La generación de la variedad
A lo largo de esta generación que se apaga hemos visto el auge de un multijugador totalmente individualista. Ya no nos juntamos en casas ajenas a cooperar o competir entre varios jugadores sino que cada uno se encierra en su casa y se enfrenta a otros encerrados en sus respectivas casas, decidiendo si hablar y cooperar o no. No suele haber mucha diferencia salvo entre quienes forman clanes. La experiencia multijugador se ha deteriorado un poco en pos de lo competitivo y de sumar puntos en los rankings mundiales, pero ahora parece que habrá más alternativas.
Con el anuncio de Battleborn, Gearbox nos sigue diciendo que quieren shooters donde los personajes se diferencien, y esta vez parecen ir a diferenciarse mucho más que en Borderlands donde, al fin y al cabo, todos pueden coger armas y disparar de la misma forma. Ha habido otros intentos de shooter con variedad de estilos de juego, pero no han salido tan bien como se esperaba y podemos recordar, entre otros, Resident Evil: Operation Raccoon City.
Puede parecer que es reducir demasiado el concepto de multijugador, pero teniendo en cuenta las nuevas propuestas, hace que lo veamos así. Ahora convertirse en un jugador útil para un grupo no es cuestión de repetición, de ir muriendo una y otra vez llevándonos por delante a cada vez más enemigos en un ejercicio que en el fondo acaba basándose en saber utilizr mejor y más rápido las mismas tretas que puede utilizar el enemigo. Hace falta variedad.
La variedad que tienen pinta de ir a ofrecer juegos como este Battleborn, Destiny o Evolve es una variedad que hace que un jugador siempre tenga una posición en la que ser útil. Si no eres bueno disparando a lo bruto, tal vez seas mejor como un personaje sigiloso o a larga distancia. Es el intento de meter en el mismo shooter varios conceptos diferentes de juego en primera persona, y esa es una variedad necesaria.
La variedad de clases de un MMORPG donde un buen grupo no está completo sin varios roles bien cubiertos es la variedad que le pudo haber venido bien, por ejemplo, a Titanfall, y es el tipo de variedad que muchos quieren llevar ahora al shooter, y algunos como Plants vs Zombies: Garden Warfare ya han empezado en un formato más sencillo, pero al menos haciendo que la variedad de personajes no sea sólo una cuestión de un skin, sino que la experiencia de juego y la aportación al grupo sea completamente diferente.
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