La falta de dignidad en el merchandise que llega a España
El merchandise que nos llega a Europa relacionado con el mundo del videojuego es lamentable y penoso. Ayer era noticia la nueva tienda de ropa que ha abierto Ubisoft por el lanzamiento de Assassin's Creed y me quedé loco ante el panorama. Textil a precio de oro basado, dicen, en la franquicia de los asesinos. Precios de tres cifras por prendas que jamás pensarías que tienen algo que ver con asesinos o templarios, surrealista. Y ojo, no hablo de que llegue textil cutre aquí a España del estilo de las camisetas de mercadillo que se vendían en mercadillos de todo el país con motivos de Dragon Ball o similares: hablo de productos de calidad con algo de dignidad impresa en una camiseta o figuras.
De hecho, el tema de las figuras es otro asunto surrealista. Las comparaciones de precios entre territorios roza lo esperpéntico, máxime cuando los menos avispados tienen que comprar esos objetos de coleccionista en tiendas especializadas españolas que hinchan precios que ya vienen engordados por el distribuidor cara-dura de turno. Incluso en las ediciones especiales y coleccionistas pagamos el pato en España: la comparación de algunas ediciones con sus homónimas en el extranjero dan vergüenza, pasando de materiales buenos y dignos para hacer figuras o accesorios a plasticucho de lamentable calidad y peor acabado. ¿Os hablo del Club Nintendo Occidental y Oriental? No hace falta, ¿verdad?
Encima es que hay para todos los gustos: me paso a ver la tienda de Bioware y me quedo embobado con las cosas que venden. Hay material textil con logotipos de N7 más que dignos que podrían pasar, perfectamente, por ropa perfectamente normal. Ahí está la clave, en tratar al usuario de videojuegos interesados en esos productos como una persona normal, no en vestirla como un auténtico payaso, como muchas de las camisetas que se regalan en presentaciones o convenciones en las que el ocio electrónico está presente. ¿Han visto las deportivas? ¿El reloj? ¿La sudadera? En fin, maravilloso, pero prohibitivo una vez intentas traerlo de fuera de nuestro territorio: pocos y pocas valientes se han atrevido con ello.
Sobre lo de los gustos, la tienda de Namco Bandai en Japón es una locura. Un apasionado del ocio japonés puede pasar horas viendo arriba y abajo las mil y un tesoros que llegan a vender. Desde locuras absolutas basados en los sentai más importantes del momento hasta productos de Tekken que jamás soñaríamos ver por nuestras tierras. No pido que las distribuidoras se arriesguen a vender material especializado, ya que podría ser un acto hasta poco responsable por su devenir económico, pero sí que pienso que se podría hacer algo más por pensar en la dignidad de los jugadores a la hora de ofrecerles auténticas mierdas de regalo o a precio de oro en sus puntos habituales conocidos por todos.
En España existe algún valiente que se atreve con el manga, pero con el videojuego es distinto. El caso otaku que se me ocurre es el de Cosplay Original, una empresa española que ha contactado con los responsables de Oliver y Benji para distribuir en España las distintas camisetas que llevaron los héroes del manga de Yoichi Takahashi. De hecho, hasta Andrés Iniesta ha aparecido con alguna de esas camisetas y a todos se nos cortó el habla cuando vimos a Don Andrés de semejante guisa. Finalizo con una pregunta que creo que representa el pesar de muchos como usted o como yo a los que les preocupa el presente asunto: ¿Faltan valientes o sobran caraduras por aquí?
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