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La falacia de los juegos sociales

Ni lo uno ni lo otro
Por Jaume Esteve Gutiérrez

Leo en una conocida web estadounidense un artículo sobre el negocio del juego social y la pregunta retumba en mi cabeza, ¿pero todavía nos creemos que en este nicho de mercado existe un modelo tradicional de juego?

 

Creo que podría poner una decena de ejemplos que todos conocemos para conocer a qué me refiero. Los famosos juegos de Facebook se han ganado a pulso ese status basándose en un núcleo de juego muy pobre que a lo máximo que te invita es a estar pendiente de tu partida durante varias veces al día sin otorgarte mayores recompensas. Una frustración que puede obviarse pasando por caja.

 

El modelo lo conocemos de sobra. La inexistente metodología lúdica, tambien. Pero es que hasta el llamado factor social me parece otra patraña. Acostumbro a probar algunas de las novedades más candentes del momento o aquellos títulos que me llaman la atención por uno u otro motivo y, llamadme asocial, pero sólo coincido con dos, tres, cuatro contactos más en mi red social. Una red social que, ojo, está llena de profesionales de este mundillo y que ni por asomo se acercan a esta experiencia.

 

¿Qué se está haciendo mal? Voy a citar a Daniel Sánchez Crespo, que creo que es una voz autorizada para hablar de esto del videojuego: "El buen juego free to play es aquel que tiene un núcleo potente, que te invita a jugar y te engancha a él, sin necesidad de tener que echar mano de componentes externos, desbloqueables o de pago". La cita la soltó en el pasado Gamelab y me parece más que acertada.

 

Un buen freetoplay, como un buen juego social, tiene que atender a esa llamada por encima de cualquier otra. Porque sin diversión ni reto a la hora de jugar, sencillamente, no hay juego. No lo hay, de ninguna manera.

 

Un partido de Basket Dudes

 

¿Un buen ejemplo de un juego social? No me cansaré de decirlo: Basket Dudes. El título de Bitoon tiene sus cositas a pulir, pero respeta al jugador partiendo de la premisa más antigua de todas: Basket Dudes es un juego y el jugador tiene que jugar a él. Nada de entrar, limitarse a clicar en la pantalla una docena de veces hasta que se nos acabe la energía y así una vez tras otra cada 45 minutos. No. En este tienes la obligación de controlar un equipo de baloncesto y jugar contra otros oponentes online.

 

Mientras tanto, sigo a la espera de un juego en Facebook que respete estas reglas. Recuerdo un RPG de Dragon Age al que se le podía hincar el diente, pero poco más. Pero, ojo, puede que esté equivocadísimo y me esté perdiendo alguna joya escondida. Soy todo oídos. Mientras tanto, seguiré dándole a Basket Dudes.


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