La Ciudad Mecánica de The Elder Scrolls Legends

Si habéis jugado a The Elder Scrolls III: Morrowind, conoceréis Sotha Sil, también llamada la Ciudad Mecánica. Este lugar recibe el nombre del dios Sotha Sil, quien se encargó de alzarla para “forjar el futuro”, convirtiéndola en toda una ciudad típica de los Dwemer. Pero ahora esta ciudad, ubicada muy abajo de Mournhold y desconocida para la mayoría de los habitantes de Tamriel, ha ganado una mayor importancia. ¿Que por qué? Porque es, además, la nueva expansión de The Elder Scrolls Legends.

 

Tenemos aquí una historia completamente nueva en la cual tendremos que llevar a cabo hasta 35 misiones repartidas en tres actos distintos. Todo ello, atravesando el santuario secreto de Sotha Sil, descubriendo en el camino un tesoro único: 55 cartas nuevas y una extraña historia detrás de las criaturas mecánicas que nos acechan. La Ciudad Mecánica nos lleva por una búsqueda del tesoro para conseguir todas las riquezas que se ocultan en ella tras el fallecimiento de su dios constructor. Así nos adentramos en la Caza del Tesoro, que nos dará una recompensa cuando robemos ese tesoro que andábamos buscando. Pero sobrevivir no será tan fácil como parece. Tendremos que hacer uso de nuestro ingenio (y de un buen mazo) para poder avanzar por el lugar, sorteando toda clase de situaciones nada cómodas en el camino.

 

 

Seamos sinceros, la mayoría de nosotros no se preocupa por una historia cuando juega a un juego de cartas. Pero siempre agradecemos encontrar un poco de trasfondo detrás de algunos títulos. Hearthstone no sería lo mismo sin todo el lore de Warcraft, incluso cuando la aventura va de salvar la fiesta de Medivh. Con The Elder Scrolls: Legends pasa exactamente lo mismo.

 

Hay que apreciar la historia incluso en un género como el juego de cartas. El trabajo de Dire Wolf Digital aquí ha quedado impecable. Además, es un golpe cariñoso a la nostalgia, ofreciéndonos la oportunidad de explorar la Ciudad Mecánica. Además lo hace con gran maestría, con una forma de contar la historia que no nos impacienta, sino que nos atrae, olvidándonos, por un momento, de que estamos ahí para jugar a las cartas.

 

Combinar historia y mecánicas (mira, nunca mejor dicho) nos encontramos con un nuevo tipo de criatura que ya pudimos ver en TESO: el Fabricante. Criaturas mecánicas que entremezclan la tecnología y la naturaleza, consiguiendo transformarse en todo un desafío para el jugador, que tendrá que organizar de nuevo sus mazos para poder incluirlas. Las combinaciones son al final muy numerosas, y si queremos llegar a la victoria tendremos que tener en cuenta el Montaje, una nueva táctica que nos permite crear nuevas criaturas combinando bonificaciones. 

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