La beta de Dragon Ball Xenoverse 2 demuestra la buena salud del juego
Hoy termina la beta de Dragon Ball Xenoverse 2, y lo cierto es que me ha gustado mucho. Una buena muestra de que una propuesta original funciona es que su secuela sea continuista pero que te siga apeteciendo jugarla; eso es la segunda parte del juego de Dimps. Dragon Ball Xenoverse 2 sigue siendo tan feo como el original, pero sus escenarios están más conseguidos. Seguimos con esas misiones malísimas de recolección de objetos por el mundo de juego y la cámara flojea a veces, pero el combate es más fluido y ágil, seguimos subiendo de nivel y consiguiendo nuevas habilidades, y muchos de los logros del anterior se pueden exportar aquí.
También tenemos una ciudad por la que no siempre apetece pasear, pero ahora cuenta con una navegación más rápida, una que acorta el exceso de trotes y nos lleva a donde queremos ir antes. Lo que no podemos hacer en ella por no estar combatiendo se integra en la propia explicación del mundo de juego, y la historia, que sigue siendo lo mismo de siempre, está mejor ordenado, se toma más en serio a sí misma dentro del humor propio de la serie y funciona tan bien como siempre.
Dragon Ball Xenoverse 2 es lo mismo pero un poquito mejor. Hay detalles que demuestran que se quiere hacer un trabajo serio con este título, ya desde el principio nos avisan que los rage quitters, aquellos que se desconecten de las partidas online en pleno combate serán señalados en rojo y castigados. Es divertido comprobar como Dimps, desarrolladores de este juego y también de Street Fighter V, digan que ahora sí, que este es un problema del que son conscientes desde el primer día y que tomarán cartas en el asunto.
Eso sí, durante casi todo el proceso de la beta abierta hemos tenido problemas de conexión con los servidores, lo que ha afectado al online y al desarrollo de la misma partida a través de su aventura, sigue costando conectar según qué golpes y la navegación por el aire, volando, a veces se hace imprecisa. Pero eso no quita que tengamos ganas de volver a unirnos a los patrulleros del espacio, recolectar personajes de Dragon Ball, dejarnos entrenar por los maestros, coleccionar nuevas habilidades y disfrutar de un combate frenético pero perfectamente configurable gracias a ellas a nuestra manera de jugar. Ojalá los personajes no brillarán tanto, tantísimo al reflejo de cualquier luz que rebote en ellos, y desearía que las misiones de buscar cosas en lugar de pelear se esfumaran; pero oye, eso no quita que estemos ante la segunda parte de una de las mejores sagas de Dragon Ball en videojuegos, por no decir la mejor. Ya falta poco para el 28 de octubre, y hay ganitas.
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