La anualidad en Assassin's Creed Odyssey, cuando la fórmula necesita un descanso pese a ser nueva

Como todo juego de mundo abierto, Assassin’s Creed Origins termina aburriendo. No de manera abrupta ni inmediata, bien que lo terminé y le eché alguna que otra hora a su contenido adicional, pero sí que su propuesta acaba acusando una inevitable sensación de repetición... tanto por la cantidad de horas que te pide invertir como por lo similar que es cualquier actividad que realizas con respecto al resto. No es algo malo, ni decirlo me parece una crítica.

Este viernes llega la odisea de Kassandra y Alexios y, aunque sé que me sumergiré en ella de cabeza y sin manguitos, también es cierto que agradezco que tras esto venga un parón. Un punto y aparte. Creo que hay una sensación general de que estamos ante el Assassin’s Creed más similar a su antecesor -La Hermandad podría darle guerra en el debate, y quizás Rogue si lo consideramos como uno troncal-, y viniendo de una aventura tan larga como es Origins es algo que juega en su contra.

 

Lo más ‘preocupante’ es que las diferencias más palpables entre Origins y Odyssey son, casi, estéticas: poder elegir a qué personaje manejas, la opción de moldear su personalidad y el cambio de contexto. Hay que poner de tu parte para notar que esto es distinto. De todo lo que se ha podido ver, estos elementos son lo único que me empujan a ver qué ha hecho Ubisoft este año con la franquicia, porque en todo lo referente a la historia de la hermandad ya es evidente que no se hará nada.

El papel de Assassin’s Creed Origins y Odyssey dentro de toda la saga ha sido y será crucial, son un cambio de rumbo radical que traerá, esperamos, nuevas alegrías, pero creo que pocos estarían dispuestos a que esto fuese una trilogía continuista. Tres juegos así, en tres años, son pura saturación. Ahora Yves Guillemot y compañía saben por dónde reconducir una saga que parecía entrada en declive, e imagino que en 2020 tendremos algo que parta de este nuevo enfoque rolero pero con nuevo motor, movimientos y tal vez multijugador.

 

Puede que el formato anual de Assassin’s Creed ahora tenga uno de descanso de vez en cuando, como ya lo hubo tras Syndicate y como sabremos que lo será en 2019. No deja de ser curioso, aun así, que algo tan relativamente nuevo como el concepto introducido en la aventura de Egipto ya esté experimentando un desgaste. Pese a todo, la serie Assassin’s Creed siempre tiene algo que te pica la atención, aunque espero que en un par de años sea algo más que una protagonista femenina, moldeable y algo tan atractivo como la antigua Grecia.

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