La aberración cromática, esa seña de la nueva generación
No soy un experto en fotografía, ni en nada, creo, así que si meto la pata un poco con este post, espero que no sea en cosas demasiado graves. Y es que voy a hablaros de uno de los efectos más sutiles pero que más están condicionando a nuestra ya presente generación. Porque ya ha dejado de ser nueva, amigos. Si tienes una PS3, lo siento: estás anticuado. Es broma, la PS3 mola más que la PS4 ahora mismo. Viva Demon's Souls.
En todo caso: hablamos de la aberración cromática. Suena a monstruito del averno, pero en realidad es un efecto que lleva muchos años entre nosotros y que ahora está pegando realmente fuerte en los videojuegos. Pero a diferencia del lens flare de J.J. Abrams o el granulado de cinta de cine, la aberración cromática suele ser más difícil de identificar. Por ejemplo, en esta imagen.
¿No lo veis? No pasa nada, cuando yo leí por primera vez sobre este asunto me costó mucho entenderlo, y en parte por eso estoy escribiendo esto. La aberración cromática suele aparecer en los contornos de los objetos y no siempre en todos, sino solo en una parte donde la lente, o supuesta lente en el caso del videojuego, ha tenido una refracción extraña. Así lo veréis mucho más claro.
¿Entonces qué es la cosa esta? Wikipedia lo dice bien clarito: un efecto que se produce cuando la lente no puede retratar fielmente todos los colores del punto al que enfoca. Es decir, es un efecto residual de un pequeño desenfoque que, en el caso de los videojuegos, se puede producir por muchos motivos: desde un impacto de un cohete enemigo en tu titán, como ocurre en Titanfall, o porque se corre rápido y aparece motion blur, como ocurre en Battlefield 4. Aquí un ejemplo de esto último.
Sin duda, es un efecto que puede resultar molesto, y de hecho, hay bastantes usuarios pidiendo que esto se incluya como una opción más en los menús de los juegos de ordenador. Lo curioso es, en todo caso, que es un efecto que ha aparecido más con los juegos de nueva generación que con los anterioes porque da una sensación más realista. Junto con el efecto de bokeh de la profundidad de campo, el motion blur y el bloom bien aplicado, es uno de los síntomas más habituales de un juego actual.
Es irónico, ¿no? A medida que ganamos mayor fidelidad gráfica, parece necesario 'estropearla' también, incluso con efectos como este que son producto de lentes fotográficas y de vídeo que, realmente, nuestros ojos no tienen, como sí ocurre con la profundidad de campo. A medida que los videojuegos son más 'realistas', coged esa expresión con pinzas, por favor; necesitan reflejar también más imperfecciones.
Y para cerrar, un caso exagerado de aberración cromática en Battlefield 4 producido por un bug.
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