Konami, qué fue de tu hermoso legado...

Cuando uno dirige su vista hacia el pasado en esto del videojuego y contempla el inmenso legado que han dejado tras de sí multitud de grandes compañías, es fácil terminar echando de menos multitud de nombres que antaño eran auténticos sinónimos de calidad y diversión sin parangón. Sobre todo si tomamos como referencia a los desarrolladores japoneses, es fácil comprobar la gran cantidad de franquicias que se han perdido en el limbo. Uno de los casos más sangrantes en este sentido es el de Konami, casa que hace años manejaba una ingente cantidad de nombres a todas luces míticos y que, a día de hoy, no sale de Pro Evolution Soccer, Metal Gear Solid, Castlevania o Silent Hill, demostrando que así únicamente se preocupa de explotar sus particulares gallinas de los huevos de oro.

 

Todo esto se me ha venido a la cabeza porque, recientemente, en la página oficial de Facebook de Konami, hubo un movimiento por parte de los usuarios en el que se pretendía convencer a la compañía nipona de cara a que realizara nuevos juegos de algunas de sus viejas sagas, cobrando especial relevancia en este sentido las ganas del público en lo que a ver una nueva entrega de Suikoden se refiere. Conste en acta que el movimiento fue bastante masivo... pero nada, los responsables de mantener las redes sociales de la empresa emitieron un comunicado en el que se agradecía el apoyo hacia sus clásicos pero que por el momento les era imposible desarrollar un nuevo Suikoden. 

 

 

¿Qué demonios pasa con una empresa con la solera de Konami? ¿Cómo es posible que rechace radicalmente su propio legado? Estoy completamente seguro que un buen reboot de muchos de sus viejos títulos haría méritos para que la casa de la pequeña ola volviera a brillar como hace tiempo, donde inspirados nombres como Snatcher, Knightmare, Sunset Riders o Twin Bee hacían patente lo grande que era el estar auspiciados bajo la marca Konami... pero la verdad es que la casa japonesa se niega en rotundo a arriesgar con su preciado legado, a destinar sus recursos en una producción que parezca asociarla con su antiguo ser. No obstante, se han lanzando de cabeza hacia nuevas y osadas producciones con la -suponemos- intención de crear nuevas franquicias, como son el caso del discreto NeverDead, los dos peliculeros Saw o el terrible Tornado Outbreak, mientras inexplicablemente en Japón se quedaban juegazos como aquel Otomedius para Xbox 360 que de manera lamentable nunca veremos aquí.

 

Y es que la Konami actual es mucho más que una gran productora de videojuegos. Es más, la faceta relativa al ocio electrónico que tanto nos gusta es a día de hoy uno de los campos menos productivos de la empresa, hasta el punto que se ha relegado a uno de los planos más ocultos de toda su infraestructura. Para ello no hay más que darse cuenta en la casi total delegación de trabajo en lo que a programación y desarrollo de videojuegos se refiere, situando esta faceta siempre fuera de Japón. Otro punto a destacar es el importante rol de Kojima Productions en la empresa, hasta el punto de que el mismísimo Hideo Kojima y sus muchachos tienen bastante que ver con el hecho de que la llama de los videojuegos siga viva en Konami.

 

 

Gran parte de los equipos antiguamente destinados a desarrollar juegos en la Konami japonesa están metidos de lleno en la producción de máquinas tragaperras, muchas de ellas adornadas con los motivos de las viejas glorias del lugar, como Gradius o Castlevania (cuánto talento desperdiciado). Para que quede constancia, la estructura actual del gigante nipón Konami Corporation se compone de las siguientes empresas: Konami Digital Entertainment (los que se dedican al ocio electrónico), Konami Sports & Life, Konami Real Estate, KPE Inc, Konami Manufacturing and Service, Konami Facility Service, KME, Takasago Electric Industry, Digital Golf, Internet Revolution, Biz Share Corporation, Combi Wellness Corporation y The Club at Yebisu Garden.

 

Echad un ojo: material deportivo, gimnasios, taxis, compañía eléctrica... Dicho esto, hay que asumir que desarrollar un nuevo Suidoken o acordarse de que Sparkster es algo más que aquel anodino arcade que nos trajera hace no demasiados meses la gente de Climax son detalles nimios para un gigantesco conglomerado como el de Konami Corporation. Así se entienden tantas cosas en lo que respecta a su actual dejadez en lo relativo al videojuego; y mucho es que debemos dar gracias por regalos tan magnos como los que hicieran para los usuarios de Wii con aquellos Gradius, Contra y Castlevania ReBirth, gloria bendita para los fans más veteranos de la antaño gloriosa productora. Ojalá vuelvan los buenos tiempos, los tiempos de Gradius, Parodius, Goemon, Axelay, Tortugas Ninja, los buenos Contra o aquellos encantadores Tokimeki Memorial... ojalá.

 

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