Kojima, el autor que necesita de un superventas
De entre el mogollón de entrevistas que está concediendo estos días Kojima con motivo del lanzamiento de Metal Gear Rising (maniobra que no termino de entender, siendo un juego de Platinum en el que Kojima poco ha tenido que ver una vez cedido el control), hay unas declaraciones que nos llaman la atención. Teme que Ground Zeroes vaya a ser un batacazo comercial pero espera que Rising le dé la libertad necesaria para poder mostrar su visión.
En una de esas sentencias que adoran sus enemmigos más acérrimos, Kojima asegura que Ground Zeroes va a ser un juego muy maduro y que va a tocar muchos temas tabú. Visto el tráiler que se hizo público hace unos meses, las especulaciones no se han hecho esperar y hay quien dice que el juego va a tratar temas espinosos como la violencia infantil. Pero más allá de esa sentencia, lo cierto es que solo podemos especular.
Con lo que sí que podemos hablar con conocimiento de causa es de los planes de Kojima que él mismo está revelando estos días a diferentes medios. Sus temores por el funcionamiento comercial de Ground Zeroes llegan avalados por la libertad que, dice, se está tomando para desarrollar el juego. Del discurso temo que sea la típica cháchara sobre lo contracultural que es su juego y cómo va a romper moldes, pero hay en sus palabras un aspecto interesante y no es otro que el hecho de que las ventas de Revengeance le otorgan un colchón sobre el que trabajar con calma.
Tuve la oportunidad de entrevistarle cuando estuvo en Barcelona por un Gamelab hace un par de años y uno de los motivos que esgrimió para dar el salto al Fox Engine era el hecho de poder hacer juegos a mayor velocidad y poder hacerlos multiplataforma. En otras palabras: minimizar riesgos. No hay que olvidar que hablamos de un tipo que ha tenido el beneplácito del público a lo largo de su carrera pero que, hasta la fecha, se ha tomado con mucha calma sus proyectos. Una calma que es un arma de doble filo, porque un fracaso comercial le deja en bragas.
Por eso es significativa la nueva situación que vive Kojima en Konami gracias al trabajo de Platinum con Revengeance, lo que le coloca en un status de autor parecido al que tienen algunos de los nombres más significativos del Hollywood actual. No olvidemos que Kojima no vive al amparo de una de las grandes, como le ocurrió a Molyneux con Microsoft hasta su marcha de Lionhead o le sucede a David Cage con el paraguas de Sony, y que su trabajo está sujeto a las leyes del mercado.
Y en este planteamiento, el nipón interpreta el papel de un Christopher Nolan en versión desarrollador de videoojuegos. ¿Quieres que ruede una trilogía de Batman? Perfecto, pero entre cada película quiero hacer películas a mi bola y quiero libertad de movimientos. Si leemos entre líneas, Kojima parece estar situado en ese lugar. ¿Que Revengeance lo está petando en las ventas internacionales? Perfecto, así tengo una excusa para tomarme más libertades en el desarrollo de Ground Zeroes.
El objetivo final de este planteamiento no es otro que los jugadores tengamos un Metal Gear Solid rompedor que nos recuerde a lo visto en las entregas de MSX2, las de PSX o el Snake Eater de PS2, juegos salidos de la mente de un tipo que intentaba romper los moldes de la industria. Pese al aplauso que supuso Metal Gear Solid 4, la sensación personal es que se trató de un juego menos sorprendente, más cercano a otras propuestas que ya se habían visto que a un juego único como debería ser una obra de Kojima. ¿Qué Kojima veremos en Ground Zeroes?
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