Killzone Mercenary, a pesar de Vita, no eres tan malo

El otro día hablé sobre PS Vita y la experiencia que había tenido con ella jugando a Killzone Mercenary, uno de los títulos que nos dieron en el PS Plus de Abril. Sí, la portátil de Sony no es esa máquina con la que por fin íbamos a poder disfrutar de los shooters de igual manera que con nuestra consola o con nuestro PC por todas las razones expuestas, pero también es muy cierto aquello que dije: quizás estaba valorando al juego peor de lo que realmente es por la consola y lo mal que se adapta a mis manos.

 

Porque Killzone Mercenary no es un mal juego, en absoluto. De hecho, las buenas gentes de Sony Cambridge eran muy conscientes de las limitaciones de que disponían para crear un shooter que pudiese disfrutarse a pesar de las carencias de PS Vita en cuanto a control o ergonomía. Con ello quiero decir que el juego sabe que es complicado apuntar con precisión absoluta, por ello dispone a los enemigos de tal forma que no haga falta tener que hacerlo siempre. También conoce las limitaciones que produce la falta de cuatro botones respecto a un pad de consola y por ello decide no introducir distintas características a su juego, sobre todo en lo que respecta a crear situaciones que requieran de una cierta rapidez de reacción.

 

 

Pero precisamente eso también produce que el juego, a pesar de ser bueno, no me haya terminado de convencer totalmente. Seré un bicho raro pero a mí lo que me gusta de los shooters no es tanto su multijugador sino su campaña, a la que le doy una importancia mayúscula. Sí, pegar tiros online con Killzone Mercenary es algo que se agradece, pero para mí no deja de ser un complemento (habrá quien piense lo contrario, por supuesto) y en el modo para un jugador precisamente es donde he echado de menos algunas características que sí que me gustaron en los Killzone de sobremesa.

 

Claro que no se le puede exigir lo mismo a un Killzone portátil que a uno de PS3 (o PS4), porque sus pretensiones son diferentes, pero aún así no he sentido del todo esa esencia de la saga. Con Uncharted El Abismo de Oro, por ejemplo, sí que notabas que estabas jugando a un Uncharted portátil con ciertas limitaciones lógicas, pero manteniendo esa personalidad que también disfrutábamos en los juegos "grandes". Con Killzone Mercenary me ha faltado esa esencia. Pegas tiros, avanzas, haces unos minijuegos con la pantalla táctil, vuelves a pegar tiros a unas cuantas  oleadas de enemigos en un escenario cerrado... es divertido, pero no va más allá de eso.

 

 

Lo que más he disfrutado de esta franquicia a lo largo de sus distintas entregas era la capacidad para ponernos en distintas situaciones: que si ahora vas a vivir una batalla épica en una nave espacial, que si ahora te encuentras con un jet pack y el escenario y la forma de abordar los combates cambia totalmente por ello, que si ahora te soltamos a un enemigo complicado que hace que tengas que utilizar todas tus habilidades... Killzone Mercenary lo intenta a veces, pero no llega ni mucho menos a ofrecer algo similar.

 

Sí, vuelvo a repetir que no podemos pedir ni exigir lo mismo a uno y a otros, pero al final la sensación con que te quedas no varía por ello. También creo que tiene mucho que ver lo que he comentado al principio, siendo la propia consola la que ha influido quizás demasiado en el desarrollo y Sony Cambridge ha querido ofrecer un shooter cómodo y disfrutable por encima de ciertas características que lo hubiesen hecho más espectacular. Aún así, el juego no es malo y aunque quizás llegue un poco tarde, si tenéis PS Plus y PS Vita aún tenéis tiempo para probarlo. La campaña entretiene y el multijugador funciona ya que, a fin de cuentas, todos los jugadores nos enfrentamos a las mismas carencias de control producidas por la máquina. No os vais a arrepentir. 

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