1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PC

Kickstarter vuelve a estar en entredicho con Woolfe

Caperucita Roja termina en las fauces del lobo
Por Rafa del Río

'Game Over'

'Está hecho, no hay vuelta atrás. Lo intentamos, fallamos'.

 

Con estas tristes palabras, que casi parecen la entrada final del cuaderno de bitácora de la Nostromo, la página de la desarrolladora Grin decía adios a lo que su fundador, Wim Wouters, había definido como el sueño de su vida y que para los 2.378 patrocinadores que apoyaron su proyecto se ha convertido más bien en una pesadilla. 

 

Tras presentarse en Kickstarter en agosto del año pasado y superar su financiación con 22.000 dólares más de los 50.000 que estimaron necesarios, Wolfee: The Red Hood Diaries apenas ha visto la luz en forma de primer capítulo antes de ver como sus autores se declaraban en bancarrota y se retiraban sin cumplir con todo lo prometido a los patrocinadores. 

 

xx

Alice Liddell? Is that You?

 

No queremos fallaros

Eso promete Wim, pero lo cierto es que ha fallado, y mucho, a todas las personas que invirtieron en su juego y, especialmente, a los que lo hicieron por encima de los 50 dólares en una copia física y una serie de regalos como pegatinas, pósters y postales que, según el desarrollador, han visto la luz y están listos para ser distribuidos, pero no cuentan con el dinero necesario para sellos y hacer el envío pertinente. Divertido, pues es la cuarta vez que leo esto de 'lo tenemos todo pero nos falta para sellos' en un Kickstarter.

 

La carta de Wim Wouters no deja lugar a la esperanza: El equipo está desmantelado, se han declarado en bancarrota y no tienen diero para pagar las facturas:

 

Una vez las cifras de ventas empezaron a moverse, las consecuencias de nuestra hermosa aventura empezaron a estar dolorosamente claras"

 

O lo que es lo mismo: Las duras críticas que llovieron al hasta entonces prometedor Woolfe: The Red Hood Diaries lo convirtieron en un 'must NOT have'. A pesar de la fe de Wouters en que 'un quipo de 6 a 10 personas podía hacer un juego que pareciera triple A' el resultado no estuvo, ni de lejos, a la altura. Las malas críticas llevaron al equipo a desaparecer tras lanzar su primer volumen en marzo de este año, y ahora, casi cinco meses después en los que no han dicho ni mu, se despiden no sin antes advertir que no van a cumplir lo prometido ni, obivamente, lanzar ese esperado volumen 2 por el que los patrocinadores ya habían pagado. Pero bueno, la empresa ya la han liquidado, a ver si así se quitan de encima las responsabilidades contractuales.

 

xx2

Ouch! No. You are NOT

 

¿Falta de experiencia o de respeto?

Wouters apunta a su falta de experiencia como culpable de la situación, pero una empresa que lleva desarrollando juegos desde 2002 no es precisamente una novata en estas lides y debería tener calculado todo antes de dar el salto. Cuando se prometen una serie de bienes a cambio de unas metas financieras se presupone que se han estudiado los presupuestos y se cuenta con los ingresos de la financiación para cubrir sus gastos y no con lo de ventas futuras.

 

Sin embargo y por lo que se deduce de la carta de Wouters en la web de Grin, ellos contaban con el dinero que surgiera de las ventas del juego para poder cubrir los gastos de los bienes prometidos a cambio de la financiación. Al ser las ventas un fiasco y recibir el juego duras críticas, el equipo de Grin se 'deprimió', y durante cuatro meses desde el lanzamiento de Woolfe: The Red Hood Diaries han estado cobrando su sueldo y pagando unas oficinas en las que no han hecho absolutamente nada, exprimiendo parte del dinero que habían cobrado para cumplir sus promesas y objetivos y seguir desarrollando el segundo volumen del juego. 

 

Ya son muchos los que han aprovechado Kickstarter para estafar abiertamente y de forma legal a los patrocinadores, y por ese motivo la plataforma de financiación ya incluye entre sus puntos la obligación de los proyectos de cumplir lo prometido si superan la financiación y 'trincan la pasta', lo que supone una obligación contractual indirecta entre patrocinadores y patrocinados. Kickstarter deja claro que no se compromete a exigir el cumplimiento de dicho punto, pero la claúsula contractual está ahí y es explotable por las partes contratantes (de la primera parte).

 

Así que a lo mejor ha llegado el momento de darle un toque legal a Wim Wouters como responsable subsidiario del estudio que ha declarado en bancarrota para intentar librarse de su responsabilidad contractual con los patrocinadores de Kickstarter, porque de todas las formas de las que se podían hacer las cosas, los chicos de Grin han elegido la peor. 

 

xxx

 

Profesionalidad ante todo

Me revienta mucho cómo algunos equipos de desarrollo aprovechan Kickstarter sin tener ni un mínimo de decencia de comprender lo que significan las cantidades y hacer un estudio previo de los gastos en los que van a incurrir. Me revienta que Wouters y compañía se hayan pasado cuatro meses a la sopa boba sin dar señales de vida 'muy afectados por los comentarios negativos' y compadeciéndose en vez de tener las narices de hacer bien su trabajo y mejorar y hacer casos de las críticas que les llovieron. 

 

Me quedo con la despedida de Wouters, que dice que ahora descansará para luego aprovechar todo lo aprendido del desarrollo de videojuegos en este cursillo práctico que le han pagado los patrocinadores 'a fondo perdido'. No puedo menos que pensar en Paco Menéndez, el Dios del videojuego español en los 80, y su trabajo junto a Juan Delcán cuando tras 14 meses de duro trabajo en el que invirtieron hasta la última gota de su tiempo y dinero, lanzaron al mercado esa maravilla impresionante, juego de la década a nivel internacional, que dio en llamarse La Abadía del Crimen.

 

Supongo que los tiempos cambian, o acaso será que siempre ha habido clases.

 

¡Nos leemos! 


<< Anterior Siguiente >>