Kickstarter se rinde a la nostalgia
Peter Molyneux no para. El tipo esta decidido a monopolizar los medios día sí, día también. La última, una reinvención de Populous que ha lanzado en Kickstarter. Se llama Godus y quiere, cómo no, revolucionar el género.
Más de una vez hemos hablado en el equipo de Mundogamers de hacer públicas nuestras charlas bizarras en el grupo que compartimos todos en Facebook porque en ellas se quedan grandes ideas y aportaciones en el tintero. El texto que hoy os traemos respecto a la obra de Molyneux, Godus, se había planteado de manera muy diferente: en las primeras horas de campaña, Godus había recaudado cuatro duros. Comparado con el proyecto de aventuras de Tim Schafer, el amigo británico se quedaba en pañales.
Pero nos ha dado por escarbar un poco más de la cuenta y nos hemos encontrado con que Kickstarter ya está creando una tendencia por sí mismo: ¿es la plataforma para dar salida a los proyectos alejados de las grandes corporaciones? Sí, aceptamos barco. ¿Es la plataforma ideal para los indies? Mucho nos tememos que no. Es la plataforma de la nostalgia.
La sensación que nos da hoy en día Kickstarter es que es un lugar ideal para echar las redes si eres un autor con un cierto recorrido y quieres dar rienda suelta a tus propias ideas, sin pasar por el filtro de las editoras. En otras palabras, ¿Tim Schafer quiere hacer una aventura a la vieja escuela? Vámonos a Kickstarter. ¿Al Lowe quiere rehacer Larry? Crowdfunding que te crió. ¿Un remake de Carmageddon? Tres cuartos de lo mismo. ¿El creador de Wing Commander vuelve a dar guerra? Qué mejor que pedir dos millones de nada.
Todos los casos citados, y podríamos seguir sumando, como el Project Eternity de Obsidian, comparten un deominador común: su creador tiene un recorrido y su nuevo proyecto apunta a devolver la luz a sus días de gloria del pasado. Y cuando hablamos de nostalgia ya sabemos que a todos se nos hace un agujero en el bolsillo. Eternity logró casi cuatro millones de dólares mientras que Star Citizen llegó a los seis millones, una burrada de dimensiones cósmicas.
Ojo, no estamos diciendo que Kickstarter sea una buena herramienta exclusiva para los grandes creadores de antaño, porque se fundan día a día muchos y muy variados proyectos. A fin de cuentas, para tener éxito en un crowdfunding basta con tener una comunidad de seguidores detrás a los que les interese un proyecto concreto.
Pero también son muchas las ideas que vemos irse por desagüe y que nos gustaría que se hicieran realidad. Ahí van un par de ejemplos: Sui Generis, un RPG de mundo abierto que proponía un interesante sistema de combate y que se va a quedar en nada. O Maia, un título de estrategia de ciencia-ficción con muy buena pinta que también se va a perder en el olvido. ¿Qué les queda a los indies? Posiblemente el modelo Minecraft, pero ese es un tema para otro día...
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