Just Cause 3 y su guión excesivamente serio
Tuve la suerte de poder disfrutar durante la pasada Gamescom de Just Cause 3 junto al director del juego, en una muestra de gameplay a puerta cerrada. El juego era tal y como lo había imaginado salvo por algunos pequeños añadidos y las novedades en el sistema de mejora de habilidades. Pero lo que no me esperaba fue una de las primeras informaciones que se nos proporcionó: la historia será seria, cruda y con un guión muy maduro. Demasiado para mi gusto teniendo en cuenta la clase de juego de la que hablamos.
No encuentro algo demasiado coherente que lo primero que muestres de tu juego sea que la historia va a tomar esa dirección y que justo después te pongas a hacer el cabra con un tractor que robas a un pobre hombre. Tampoco lo tiene si insistes en que estás trabajado mucho en encontrar el balance perfecto entre una historia seria y el gameplay alocado.
Creo que estamos en un punto en que se debe exigir mucho más a los juegos en términos narrativos, porque hay estudios que ya llevan años haciendo las cosas estupendamente bien. Claro que puedes dar más o menos importancia a la historia que cuentas o a la motivación que tiene el personaje protagonista, pero no puedes querer contar algo a través de una cinemática que se desmonta automáticamente en cuanto coges el mando para jugar.
Como buen ejemplo de sandbox totalmente coherente en términos de historia y gameplay podríamos situar como el gran exponente a Grand Theft Auto V -o a casi cualquiera de esta franquicia-, ya que la forma de narrar concuerda totalmente con las posibilidades que se nos otorgan cuando nosotros manejamos a los personajes. De hecho, en el juego de Rockstar está tan genialmente aplicado que estoy seguro de que más de un jugador se comporta de manera distinta dependiendo de cuál de los tres protagonistas maneja.
En Just Cause 3 no tuve la sensación de que eso estuviera realmente trabajado. Vale, tengo una motivación muy seria en la que debería de enfocar toda mi atención pero el juego no para de decirme continuamente que haga el loco, mate enemigos y haga explosionar todo lo que haya a mi paso. Y claro que es divertido y al final sabes disfrutarlo sin pensar demasiado en esto, pero termina por tener muy poco sentido.
La historia o las secuencias de vídeo no deberían ser un simple complemento obligatorio que añadir a un juego para que exista un objetivo final. Todo debería formar un todo consistente y con lógica. Lo que esperaba de Just Cause 3 es que el propio guión me incitara a practicar todas las virtudes con las que cuenta el apartado jugable y me invitara a ponerme en la piel de Rico. De momento parece que nos obligarán a hacer todo lo contrario: no pensar en la historia ni interpretar a Rico para poder disfrutar de hacer el loco por su mapa. Y eso me decepciona un poco.
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