Jugando a Dark Souls en The Division
Esta semana he recuperado The Division para ver si merecía la pena pagar el pase de temporada ahora que está levemente más barato o si mejor espero a ver qué contenidos traen las próximas expansiones, ya que, entre nosotros, El Subsuelo a mí ni fu ni fa. La experiencia ha sido... intensa, con un juego que en su modo campaña sigue teniendo momentazos que destellan con luz propia y partes planas que no te llevan a ningún lado, y una Zona Oscura que... que merece una explicación meditada.
Los Cambios que se avecinan, vecina
Ya hace unas semanas fueron muchos los jugadores que elevaron sus críticas a Ubisoft, que lejos de actuar cuán el Dios Vengativo que muchos esperaran que fuera, se limitó a decir que 'oído cocina' y, bien por ellos, empezaron a trabajar en una serie de 'cambios' que justo hoy están siendo puestos a prueba en PC y que, si Guillemot quiere, llegarán en octubre en forma de actualización para solucionar problemillas como los botines, las estats, varios bla bla blas y, sobre todo, la indigna actitud de varios jugadores en lo que respecta a sus semejantes.
¿A qué me refiero? a la Zona Oscura y el lamentable espectáculo que dan algunos jugadores de niveles imposibles que dedican sus tristes vidas a esperar en la puerta de acceso a la zona PvP del juego para acribillar sin vergüenza ninguna a los pobres jugadores que entran ahí, usando armas de pago que matan con sólo mirarlas y armaduras, también de pago, que no las mella ni una bofetada directa con crítico por golpe contuso de Shiryû, el caballero del dragón.
Entrar en la Zona Oscura de The Division es, a día de hoy, lamentable, con cuadrillas de jugadores profesionales que no dudan ni un segundo en acribillar al resto de jugadores en modo cacería con la consiguiente y frustrante pérdida de puntos de experiencia y rango ZO así como de valiosos créditos morados. En cuestión de minutos es fácil bajar tres o cuatro rangos y ver tu cuenta corriente a cero mientras los jugadores despiadados echan el rato supliendo alguna cariencia de amor de sus padres o vaya usted a saber que otro trauma.
Y sin embargo...
...Sin embargo, la Zona Oscura sigue molando
Sigue molando por motivos que escapan totalmente del control de Ubisoft y que se acerca más a la filosofía de From Software y de la saga Souls con unas partidas cruelmente mal balanceadas, con un online despiadado en el que es imposible denunciar a los jugadores 'malos' y una realidad que, como la ley, es dura pero sigue siendo real a la espera de que Ubi suba los cambios para el próximo mes.
La Zona Oscura es, ahora, el Labrinto de los Patryn de la saga de la Puerta de la Muerte. Un lugar que no duda en golpearte con lo más fuerte que tiene. Un lugar en el que la presencia de estos jugadores reconvertidos a lo que deberían haber sido los Cleaners -asesinos despiadados obsesionados con eliminar todo rastro de criatura viviente de las calles de Manhattan- la única forma de sobrevivir es ser más listos y contar con algo de ayuda de otros jugadores en la misma situación que tú.
El resultado final es una frustrante experiencia en la que, cuando al fin consigues matar a alguno de estos jugadores 'malos' con la ayuda de otros como tú, el subidón que te da se encuentra a la altura de experiencias como pasarte el primer escenario de Nioh del tirón, eliminar a tu primer jefe final en Dark Souls o lograr una pieza de armadura medio decente en Demon's Souls.
No es lo óptimo, y espero que Ubisoft solucione la situación y ayude a regular un poco el comportamiento de los cazadores de jugadores aunque sea creando una zona segura en la entrada para evitar la muerte súbita nada más entrar. Mientras esto pasa, subestimar la experiencia de juego que puedes vivir a día de hoy en la Zona Oscura es un error: sin querer, The Division ha logrado dar con ese territorio de guerra que iba a darnos pesadillas, y oye, sobrevivir en una pesadilla con ayuda de amigos y desconocidos es algo brutal.
¡Nos leemos!
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