Jonathan Perry nos habla del sexo maduro de Dragon Age 3
Esta mañana hemos desayunado con las declaraciones de Jonathan Perry acerca de las escenas de contenido sexual que veremos en el próximo Dragon Age Origins. El bueno de Perry viene a decirnos que se está trabajando en unas cinemáticas adultas, de buen gusto, que sea la conclusión de la historia escrita por dos personajes que llegan a conocerse realmente bien. Como ejemplo, señala lo que pudimos ver en Mass Effect.
Hay mucha fanfarria en torno al sexo en esto de los videojuegos, artificios que hacen que eso de “adulto” produzca más risa que otra cosa. Tanto en Mass Effect como en Dragon Age, con sus mundos que se están yendo al infierno, protagonistas de entre veinte y cincuenta años con un pie en la tumba y la adrenalina disparada, dudo mucho que un coito llegue tras una relación longeva de llegar a poder acabar las frases del otro. Mucho menos con música orquestal, tras una relevación de ésas de desnudarse el alma y acompañada de varios planos en los que todo fluye muy lento y es muy bonito. Eso no es sexo maduro, es sexo adolescente.
El de verdad, sucede cuando sucede, sin rodeos, sin conversaciones melindrosas, sin tener que explicarle a un espectador porqué ese polvo en cuestión es fundamental para la trama. Si Mass Effect quisiera meter sexo maduro de verdad, Shepard le estaría tirando los trastos a Miranda desde el minuto uno y en el minuto dos ya sabría si ésta quería tema o no, y a otra cosa. Ella ya es mayorcita para necesitar tanto cortejo y tanto abrir su corazón antes de acostarse con su comandante. Pero en fin, las damiselas tienen que consentir entregar su flor y los caballeros matar a un par de dragones antes de desflorarlas. Eso no es sexo maduro.
Pero tampoco lo es el que podemos encontrar en un GTA o en un New Vegas. En los videojuegos, como en las pelis dedicadas a adolescentes, es necesario aditivar el momento con humor o con romanticismo empalagoso, para llevar al jugador a vivir una escena, o bonita o cómica o desagradable. Pero el sexo adulto no debería emborracharse de tanta teatralidad, deberías ser, simplemente, el momento en el que dos personas deciden pasar un momento agradable entre ellas y disfrutar. Ésas serían las auténticas escenas de sexo maduras, pero como aún falta muchísimo para que podamos verlas o jugarlas, nos quedamos con las que quieren parecerse a Titanic o a Los Feos También Mojan. Muy adultas todas.
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