John Carmack está trabajando en tecnología de Realidad Virtual PS3
Hay gente que va a lo suyo, que no se deja llevar por el devenir de las tendencias y antepone su propia superación personal haciendo tan solo las justas y necesarias concesiones a la maquinaria comercial, más como obligación que como incentivo publicitario. Uno de esos tíos es John Carmack. El mismo tío que mientras su estudio realiza un videojuego, él ya se está peleando con el motor para su sucesor; el mismo tío que decidió dormir de día y trabajar por las noches para que nadie le diera la tabarra y el mismo tío que construye cohetes espaciales caseros como hobby.
El enratonado visionario se dio un paseo por el E3 para promocionar el próximo Doom 3 BFG Edition – revisión de la tercera parte de la saga para las consolas actuales -, aunque lo que realmente quería mostrarnos era el tinglado en el que está trabajando ahora: tecnología de realidad virtual casera con la que revolucionar una vez más el mundo de los first person shooters. Ni siquiera es comercial el producto que estaba enseñando, pareciendo aquello un stand al estilo de los concursos yankees de ciencia de instituto.
Unas gafas VR caseras estereoscópicas realizadas con una pantalla LED de smarthphone, unas lentes, unas gafas de ski y un poco de cinta adhesiva. Un aparato que incluso mejora las prestaciones de aparatos comerciales de su categoría que cuestan un ojo de la cara. Se muestra a través del mencionado artilugio el antes mencionado Doom 3 BFG Edition, y a los que lo prueban parece darles un vuelco al corazón. Una nueva forma de jugar a juegos del género que aún controlándose con un gamepad tradicional permite que movamos nuestra cabeza para que la cámara se posicione donde queramos gracias a los sensores que incluye el cacharro.
En varias de las entrevistas a los pocos afortunados que lo probaron a puerta cerrada se confirma que se trata de una de las experiencias más inmersivas que se pueden vivir en el mundo de los videojuegos. Esto parece deberse a que el campo de visión de las gafas es de 90 grados, envolviendo prácticamente todo lo que vemos con imagen del juego en sí en vez de parecer que tenemos una pantalla frente a nosotros – como sucede en las gafas polarizadas de los cines para ver películas 3D estereoscópicas -. Una tecnología revolucionaria que según su creador será accesible en breve para todo el mundo una vez ponga a la venta un kit de desarrollo para el aparato por menos de 500$.
Un tipo siempre adelantado a su tiempo que afirma haber utilizado técnicas y recursos que ha aprendido gracias a su pasión por construir cohetes caseros, y lo cuenta de una forma contagiosamente pasional que le diferencia del que recurre a la palabrería barata por mero pavoneo. Si leen el libro Masters of Doom que narra las peripecias de los chicos de id Software en su ascenso hacia la fama, se darán cuenta de que este señor está dedicando su vida al mundo del videojuego, y lo mejor de todo es que lo hace por mera superación personal. Aunque estas gafas parezcan una simple chuchería de un nerd de laboratorio no deberían perder el asunto de vista. Entre tanta fanfarria y pomposa tontería de este E3 sigue habiendo un sitio para los verdaderos genios que quieren innovar.
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