iPhone 5, el secreto peor guardado de Apple
Tim Cook comenzaba saliendo al escenario hace menos de dos horas el evento de este año de Apple en el que presentarían, como vienen haciendo durante muchos años, la nueva gama de iPods, ordenadores Mac y la siguiente generación del iPhone, que tras el salto del 4 al 4S, pasa por fin a un iPhone 5 con nuevo diseño y funciones ampliadas, aunque sin nada revolucionario.
Para empezar por fuera, el nuevo iPhone 5 es más fino y ligero que su antecesor, además de tener una pantalla evidentemente más grande. Amplían ligeramente el largo para reducir el ancho en un 18%. Tiene un grosor de 7,6 mm y pesa sólo 112 gramos, un 20% menos que el iPhone 4S.
La pantalla esta vez es un Retina Display de 4 pulgadas y no de 3,5, con 1136x640 píxels que ofrecen por fin una imagen en 16:9. Todo esto podría conllevar cambios en todas las más de 700.000 apps que hay disponibles hoy en día, pero no será así. Las que quieran cambiar, se adaptarán fácilmente para mostrar más información, y las que no, se verán sencillamente centradas con sutiles bordes negros, pero no estiradas o achatadas. También han sido capaces de eliminar una capa de la pantalla táctil, haciéndola más fina y menos reflectante que en anteriores modelos.
Entrando en el teléfono, han comenzado hablando de tecnología sin cables "ultra rápida", compatible con GPRS, EDGE, EVDO, HSPA, HSPA+, DC-HSDPA, LTE, algo que aquí en España se mantiene como está dado que las conexiones 4G decentes aún nos quedan lejos. Esta vez, en vez de incluir dos antenas que alternan entre ellas, han podido incorporar una antena dinámica capaz de recibir varias señales y alternar entre ellas automáticamente para una mejor calidad de conexión. Para conexiones fuera de red móvil, será compatible con WiFi 802.11 a/b/g/n.
Esta imagen que os mostramos es de Real Racing 3, un juego de Electronic Arts corriendo en un iPhone 5, desarrollado como si fuese un juego de consola doméstica, y demostrando la potencia gráfica del nuevo smartphone de Apple, de la que destacaban, sobre todo, los reflejos, además de un nuevo tipo de multijugador en el que se compite contra alguien que no está necesariamente jugando en ese momento, pero con el que puedes interactuar y no como si de un fantasma se tratase.
Lo que nos ofrece el iPhone 5 es un chip A6 que, comparándolo con el iPhone 4S (sin cifras concretas), aseguran una CPU el doble de rápida y el doble de velocidad de procesamiento de gráficos. También es capaz de lanzar páginas 2,1 veces más rápido, cargar canciones 1,9 veces más rápido, tomar fotos 1,7 veces más rápido,...
Porque hablando de la cámara, la trasera seguirá siendo de 8 MegaPíxels, ofrecerá imágenes de hasta 3264x2448, la lente estará protegida por un cristal de zafiro que además mejorará el rendimiento con poca luz y permitirá tomar fotos mientras grabamos un vídeo, que seguirán siendo en 1080p como en el iPhone 4S. La cámara frontal al fin será mejor y nos permitirá utilizar el FaceTime a 720p y vía red móvil, no sólo a través de WiFi.
La batería nos ofrecerá 8 horas de 3G, 10 de WiFi, 10 de reproducción de vídeo, 40 de reproducción de música y 225 horas en standby, otro logro del que están orgullosos, así como de la evolución del clásico conector que ahora será más pequeño y más eficaz. El conector Lightning sustituirá al conector aplanado unidireccional, y ahora funcionará en cualquier sentido. ¿Qué pasará con esos docks y periféricos que ya tenemos? Podremos comprar un adaptador.
Un nuevo sistema operativo, el iOS 6, con nuevas funciones como el Passbook, un curioso tarjetero virtual, Shared Photo Streams con el que compartir al instante las fotos con un grupo de contactos que quieras, o una Siri que por el momento sigue sin hablar castellano, pero que lo hará a partir del 19 de septiembre con la llegada de este iOS 6, y aún más, ahora entenderá de deportes y redes sociales.
En España recibiremos el nuevo iPhone 5 el próximo 28 de septiembre, con precios aún por confirmar por la compañías telefónicas que lo vayan a distribuir, pero que se mantendrán en la misma línea de anteriores años.
Una vez más, la revolución parece poca cosa para quien no se ha saltado más de dos años. Para quien tenga un iPhone 4 o 4S, puede que no merezca mucho la pena dar el salto, por mucho que quien siga con un iPhone 3G vea esto como algo casi futurista. De todos modos, el salto entre generaciones de la tercera a la cuarta fue mucho mayor que de la cuarta a esta quinta que se acaba de anunciar. Y en lo que a juegos respecta, que es lo que nos incumbe, seguimos en las mismas: por mucha potencia que nos ofrezca un smartphone, los controles nunca estarán a la altura de un dispositivo con botones que no obstruyan la imagen en pantalla.
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