Inside en Nintendo Switch: mantener lejos del trono
Acabo de llegar de cinco díitas en Cádiz con la familia y seguro que ni me habéis echado de menos, pero es normal, para está lo de adelantar trabajo. No es como si nos viéramos todos los días en la ofi ni nada de eso. Chorradas aparte, os cuento esto como introducción y porque me apetece hablar una vez más de lo mucho que mola Nintendo Switch a la hora de plantear unas vacaciones en familia, un regreso al pueblo o una excursión de un par de días a la playa o la montaña.
En este caso los juegos elegidos han sido tres: Limbo, Harvest Moon Light of Hope: Special Edition, y el que nos ocupa en este artículo: Inside, la obra maestra de Playdead, creadores de Limbo. Un juego al que le tenía el ojo puesto encima desde su lanzamiento en Xbox One allá por el verano de 2016, pero que fui dejando pasar, fui dejando pasar... hasta ahora.
Inside y su trono merecido
Inside es, como decía antes, la obra maestra de los creadores de Limbo. Un juego que sabe distanciarse de los tímidos inicios de luces y sombras de su predecesor y recurre a unas fantásticas animaciones y al espíritu que en su momento hizo grande a Jordan Mechner en el Prince of Persia de 1989 para añadirle la personalidad de la compañía creando, en su conjunto, algo realmente interesante.
Inside es uno de esos juegos que es mejor coger sin conocimiento previo. Una mezcla interesante de puzzles, situaciones, historia y soberbias animaciones que cuentan más, en su silencio, que muchos juegos cargados de palabras. Es por esto que merece la pena coger Inside y abrirlo poco a poco, como si fuera un huevo kinder gigante, plagado de capas, maravillándonos con lo que incluye poco a poco y comprendiendo el todo a través de esos retazos que vamos viviendo, en ocasiones sufriendo, según avanzamos en su historia.
Inside es un mal juego de tronos
La obra maestra de Playdead, Inside, es un gran título, un magnífico videojuego, pero un mal juego de tronos. Lo es por su crudeza, por su ambientación, y porque, como digo de broma en el subtítulo, las distopías causan dispepsias. O lo que es lo mismo, no son amigas. perdonadme la rotundidez, con el buen cagar. O hacer de vientre. Bueno, ya me entendéis.
Teniendo un catálogo tan extenso y bien pensado como el que actualmente tiene Nintendo Switch, usar Inside para ir al baño es como untar caviar en una cebolla: estás desperdiciando algo maravilloso en algo excesivamente común que el olor no te deja apreciar. Si os apetece un buen juego de tronos aprovechad Limbo, Harvets Moon, Kingdom New Lands o, ya que es gratuito, Fortnite. Inside dejadlo mejor para las horas muertas de la noche, los momentos en los que las reuniones familiares se hacen imposibles o las tardes de verano sentados junto al aire acondicionado. Poneos los auriculares, sentaos tranquilamente y dejaos llevar por su propuesta jugable. Lo disfrutaréis más y estaréis rindiendo justo tributo a un grande.
¡Nos leemos!
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