Inazuma Eleven GO Chrono Stones y cómo molar

Inazuma Eleven GO Chrono Stones Trueno‏ parece haberse propuesto molar a niveles locos, ¿y cómo lo consigue? Con una producción logradísima y fusionando lo mejor del shonen en solo videojuego. Resulta un placer jugar a un videojuego tan bien rematado en lo que respecta a su presentación. Inazuma Eleven GO Chrono Stones Trueno‏ llega en perfecto español, tanto en sus transcripciones como en su doblaje, y es un doblaje formidable.

 

Las escenas en las que se no se juega al fútbol, Inazuma se desarrolla a golpe de Visual Novel; pero aquí se hace bien, no como lo hacen otros tropecientos títulos japos que parecen no entender que cataratas de verborrea acompañadas de personajes que no se mueven es un martirio. Aquí los personajes se agitan durante las charlas, las escenas cambian sin que te dé tiempo a acostumbrarte a lo que sucede en la pantalla y se intercalan o bien con escenas jugadas escenas anime muy chulas.

 

 

Si nos vamos a los partidos de fútbol, Inazuma Eleven GO Chrono Stones Trueno‏ tiene en sus tripas todo lo bueno que ha de tener el shonen: un personaje sincero, apasionado y humilde con el que uno se siente él desde el primer segundo de juego. Arion Sherwind ama el fútbol por encima de todas las cosas y a mí, que el fútbol me gusta tanto como que me retrasen fechas de algún Dark Souls, consigue que también me encante, ¡Claro que sí! Los chupinazos de los jugadores son claros ejemplos de las técnicas especiales de Son Gokuh, con esos balones incandescentes y las lenguas de fuego rodeando a los jugadores. También están ahí los stands de JoJo´s, con la novedad aquí de que esos espíritus guerreros, que¡ otorgan las fuerzas para las súper-técnicas, se transformarn en armaduras, igualitas a las de Saint Seiya; con deciros que las dos primeras que aparecen son las de Fénix y Pegaso, y se llaman así en el juego…

 

Y todas estas fantasmadas son coherentes, se presentan con inteligencia y con mucho cariño. Level-5 y Nintendo han sabido como construir una saga que te puede gustar más o menos, pero que llega con unos niveles de mimo que ya les gustaría a cualquier juego de sobremesa AAA. Ahí hay amor por todas partes, y sabiendo que es un videojuego destinado a un público infantil, niños y niñas que empiezan a amar el videojuego gracias a estos productos, ¿pues qué decir? Que yo de chaval me habría flipado de lo lindo con lo bien que está todo puesto ahí; qué leches, ya tengo más de treinta y me estoy flipando también ahora. Qué placer es recibir un videojuego al que le gusta ser un videojuego y que quiere gustarte.

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