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Iconoclasts es uno de los mejores videojuegos de 2018

Una aventura inolvidable
Por Álex Pareja

Las sorpresas llegan cuando menos te lo esperas y quién me iba a decir que la primera del año 2019 iba a ser gracias a la suscripción de PlayStation Plus. El pasado mes de diciembre uno de los videojuegos incluidos para descargar en este servicio era Iconoclasts, un título independiente del que conocía más bien poco a pesar de llevar casi un año a la venta. Un trabajo descomunal por parte de un solo desarrollador: Joakim Sandberg, también conocido como “Konjak”, que labró el universo de la obra en siete largos años. 


Iconoclasts es uno de los mejores videojuegos de 2018 (a pesar de llegar tarde para incluirlo en mi lista de los GOTY) y uno de los más destacables títulos independientes que he tenido el placer de degustar en los últimos tiempos. Por seguir categorizándolo también podría deciros que se trata de uno de los mejores metroidvania que he probado en años. Hacía demasiado que un título no me llenaba tanto y conseguía conectar conmigo así.

 

 

Las virtudes de Iconoclasts son múltiples y no hay ningún apartado que no sea digno de destacar, pero por haceros una idea general sin desgranar deamasiado sus componentes (que merecen la pena ser descubiertos por cada jugador) puedo decir que se trata de una odisea enmarcada en un universo creado para la ocasión pero que tiene mucho de nosotros mismos, con críticas sociales incluidas. El mundo del juego está sucumbiendo a la religión y a la explotación de los recursos naturales, al utilizar un material denominado marfil como combustible vital para prácticamente cualquier acción. Este escasea cada vez más, lo que complica el funcionamiento del mundo y también el de la sociedad religiosa establecida, que demanda este material como fuente para diferentes propósitos. Por si fuera poco, algunas personas están desapareciendo y muriendo por los designios de lo que parecen ser las divinidades propias de esta religión, que castiga a los pecadores. 


Nosotros encarnamos el papel de Alondra, una joven mecánica cuyo papel en la historia se irá tornando cada vez más importante. Esta protagonista irá conociendo a diversos personajes y consiguiendo diferentes habilidades que la harán más poderosa, permitiendo que acceda a nuevos escenarios que a su vez irán incorporando más peligros y retos. Iconoclasts es un metroidvania casi de manual en su desarrollo, con enfrentamientos con jefes finales que incluso recuerdan a títulos clásicos como Metal Slug pero que en su fondo no deja de ser una aventura épica a la par que íntima. El retrato de la sociedad y de los personajes, unido a la humanidad (o falta de ella) de ellos irá conformando una trama digna de cualquier gran producción, que va alimentándose y convirtiéndose en el imán que empuja al jugador a continuar. 

 

Iconoclasts


Los escenarios están formados por enemigos y diferentes puzles que debemos ir superando gracias a la utilización de nuestros poderes y armas, con diseños extraordinarios que permiten comprenderlos y esclarecerlos con esfuerzo, pero siempre con lógica. Para amantes de los coleccionables, además, cuenta con muchos recovecos en sus escenarios que descubrir, con localizaciones secretas que nos permitirán obtener diferentes materiales que a su vez nos facilitarán la creación de mejoras que Alondra podrá utilizar en determinadas circunstancias. Quizás este sea el punto más flojo del juego al no llegar a explotar del todo este sistema, aunque el título tampoco lo necesita. 


Los enfrentamientos con los jefes (que se suceden y que son muy numerosos) son dignos de estudio, puesto que también deberemos utilizar a nuestro favor todas las herramientas a nuestra disposición en combinación con nuestra habilidad. Iconoclasts no es un juego del todo sencillo pero el reto está muy bien ajustado (salvo algunos momentos de los últimos tramos de la aventura) y estas luchas sirven para comprender y utilizar cada recurso a nuestro alcance de la mejor forma posible, lo que a su vez nos ayudará en el futuro a seguir avanzando. Y son muy divertidas.

 

Iconoclasts


Su belleza forma parte del encanto, convirtiendo a Iconoclasts en una obra carismática y que recomiendo a todos los amantes del género y a cualquier jugador que quiera enfrentarse a una aventura con una historia trepidante, que engancha, con unos diálogos muy bien escritos (y que aprovechan el texto como recurso maleable de forma estupenda) y que resumen el arduo trabajo de muchos años de un autor con un talento excepcional. El juego es irregular en ocasiones y me da cierta pena que el último tramo de la historia ceda a picos de dificultad poco comprensibles, pero se compensa con momentos increíbles e inolvidables. Es una de las pocas obras que aprovechan el entorno 2D al máximo y cuyo guion va formando los engranajes de la historia pero también de las propias fases jugables. Sí, para mí Iconoclasts es uno de los mejores videojuegos de 2018. Benditas sorpresas.


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