Hola, soy Wii U
España. Ese lugar tristemente famoso por “la picaresca” en el que todo el mundo piensa que es más listo que el de al lado y que el tonto es el que no se salta las normas, no son pocas las tiendas que venden de tapadillo el material antes de su fecha de salida, haciendo que la idea de una fecha de salida oficial sea un mero espejismo. Esto supone que no podamos gozar de eventos y promociones especiales como las que se ven en otros lugares: al fin y al cabo, ¿quién va a molestarse en ir a una presentación o una fiesta de lanzamiento cuando tiene el producto ya en su casa porque se lo ha vendido la tienda de turno?
Las empresas tienen que adaptase a las circunstancias y al mercado, lógicamente, y por eso en lugar de un evento por todo lo alto en unos concurridos y céntricos grandes almacenes por la tarde/noche y con colas de jugadores ansiosos que esperan durante horas para ser los primeros en conseguir la nueva consola, aquí las fiestas de lanzamiento son algo más humilde. La presentación de WiiU, que tuvo lugar en el Estudio Pradillo de Madrid, se dividía en dos habitaciones: una pequeña antesala negra con algunos de los juegos que acompañan a la consola en su lanzamiento, y un enorme salón decorado como si de un parque de atracciones se tratara, con una decena de WiiUs, cada una con un minijuego concreto. Incluso había dos puestos regalando palomitas y algodón de azucar, para darle un toque más de feria. Algo acogedor y con un ambiente de lo más amigable.
La pena fue que para lo bien que había quedado todo, no hubo mucha afluencia más allá de los medios, aunque el evento estaba abierto a todo el que quisiera pasarse. Mirando el lado bueno, eso que nos ahorramos los asistentes en tiempo de espera, ya que las colas para probar los juegos no eran muy largas y rápidamente pudimos hacernos una idea de los diversos usos del nuevo mando de WiiU. Algunos juegos nos dan la posibilidad de jugar en la pantalla como si fuera en la tele (Fifa, Call Of Duty: Black Ops II), y no se ven mal, todo hay que decirlo; funcionalidades extra que van desde el mapa (Assassin's Creed III) a nuevas maneras de interactuar con los menús y el entorno (ZombieU); y otros juegos en los que la pantalla es algo fundamental para la experiencia, como es el caso de NintendoLand.
Los juegos de las Third Parties, así como el New Super Mario Bros U, atrajeron bastante atención (excepto el Just Dance 4, que nadie parecía querer probar), mientras que el interés por los juegos de NintendoLand parecía bastante dividido. La Mansión Fantasmal de Luigi (chorrijuego la mar de divertido para cinco jugadores), Mario a la Fuga (básicamente jugar al escondite en la consola), Animal Crossing: Endulzando el Día (en el que el jugador que controla el GamePad debe manejar dos personajes a la vez), y La Pista de Obstáculos de Donkey Kong (el mejor de los de 1 jugador y bastante complicado), tuvieron bastante éxito por ser, con mucho, los más interesantes y divertidos. El Carrito de Frutas de Yoshi fue el gran ignorado de manera injusta, porque era muy entretenido, mientras que el resto eran un poco sosos, al menos en los primeros niveles que es lo que pudimos ver, y tampoco ofrecían mucho.
WiiU tiene que luchar contra la imagen y los prejuicios sobre el catálogo que Nintendo ha venido sufriendo desde hace años, así como el tan extendido “tengo la Wii pero no la uso nunca”. WiiU lo tiene difícil para generar un boom semejante al de su predecesora, pero ha dado un paso al frente para volver a meterse en la lucha con las consolas “para mayores” al incorporar de lanzamiento juegos hardcore como Black Ops II, Assassin's Creed III y Fifa 13 y ofrecer posibilidades interesantes. Después de la decepción que ha sido Kinect, esperemos que Nintendo tenga más suerte apostando por cosas distintas.
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