Hitman, Fallout 4 y el fallo del DLC y los formatos episódicos
Soy un tipo afortunado... o un videojugador afortunado, mejor dicho: aún me quedan por delante un buen puñado de horas de Yakuza 5, tengo esperando en mi disco duro a Max y su estupendo Life is Strange, al que no veo el momento de volver, y lo he pasado como un enano jugando a Nioh, ese hijo bastardo de Onimusha y Dark Souls, vale, pero también de Bushido Blade y Kengo, que me ha sabido a caramelo, o mejor dicho, a wagashi en manos de un Team Ninja que yo ya créía incapaz de hacer nada decente.
Por si esto fuera poco, tengo en el disco duro, descargado e instalados, el segundo episodio de Hitman y el Wasteland Workshop de Fallout 4. Menuda suerte. Sí. Una suerte loca. Y es que así, entre nosotros, me da una pereza tremenda volver a jugar ambos juegos.
El fallo del formato por entregas
Soy tipo de maratones. Cuando me gusta una serie espero a que termine la temporada y me la zampo en dos o trs fin de semanas entre copitas y cachondeo. No empiezo a ver ninguna serie que no tenga, mínimo, tres temporadas emitidas, y me desespera quedarme a medias con una colección de libros, una serie, una película o un juego. Cuando me centro en algo me gusta hacerlo al 100%, y me resulta frustrante tener que dejarlo a medias, cambiar de ocio, y luego, al mes o a los dos meses o cuando sea, tratar de volver y sentir lo mismo que sentía al principio.
Así que sí, aunque sigo siendo el tipo que le puso un diez a Fallout 4, reconozco que me da pereza volver a la Commonwealth sólo para ver que hay un par de trampas nuevas y la posibilidad de construir más cosas o de poner a darse de bofetadas a una rata topo con un Yao Guai. Volveré, por supuesto que volveré, y sobre todo cuando salga el tercer DLC que promete un escenario nuevo, pero mientras, y hasta que el trabajo no me obligue, me seguirá dando pereza.
El problema del formato episódico
Y si me da pereza con Fallout 4 por un simple DLC de 'cositas', peor me pasa con Hitman, que sí, que me promete un escenario estupendo y maravilloso mejor aún que el de París, y sí, lo jugaré este fin de semana y seguramente le coja el gusto en seguida y me encante. Me ayudará a pulir mis habilidades de asesino, y lo exprimiré hasta que no pueda más... hasta que vuelva a cansarme y a dejarlo a la espera de un tercer episodio que me dará la misma pereza que ahora o más aún. Un continuo coitus interuptus en un formato de juego que cuesta lo mismo pero te deja a la mitad.
Y este es el problema del formato episódico, un problema que en el caso de las aventuras gráficas puede ser levemente solventable al no necesitar de habilidades 'especiales' para jugar, pero que en el caso de juegos como Hitman supone un handicap serio a superar. Hace un mes yo era un asesino meditado y paciente capaz de pasar por el escenario como un fantasma, como la misma Muerte, y desaparecer sin dejar rastro con la satisfación del trabajo bien hecho. Ahora soy un yakuza, una idol, un bateador retirado, un samurái y una adolescente problemática con un gran don para la fotografía. Y algo me dice que así no voy a ningún lado.
¡Nos leemos!
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