Historia dentro de un videojuego

La última batalla de EVE Online, que congregó a más de 4.000 jugadores, es un buen ejemplo de la capacidad del videojuego para crear una historia y una mitología propias, especialmente en los mundos online permanentemente conectados.

Hemos hablado alguna que otra vez de EVE Online. Uno de los MMOs más singulares y que mejor ha sabido aguantar el paso del tiempo lo ha hecho gracias a una disiosincrasia en la que es el jugador el que moldea el mundo en el que vive. Este pasado fin de semana, dos facciones se enzarzaron en la mayor batalla jamás vista para hacerse con el control de un sistema planetario.

Nos ahorraremos los detalles de la batalla porque lo que nos interesa es otro aspecto relacionado con la misma: la capacidad del videojuego de generar una historia a lo largo de los años. Y es un caso al que EVE Online no es ajeno, ya protagonizó una noticia por el estilo hace unos meses cuando, por error, una nave provocó otra batalla de dimensiones colosales.

El fenómeno no es exclusivo de EVE pero sí que lo es de un tipo de juego: el MMO. Necesita un mundo permanente y una comunidad lo suficientemente grande como para que se den situaciones extraordinarias allá donde los responsables del juego no tenían nada que ver. Un caso que recuerda a los citados de EVE es la peste que azotó World of Warcraft y que convertía a los personajes de los jugadores en zombis, una situación que se le fue de las manos a Blizzard y que provocó una carnicería interesante. Un hecho que sucedió en 2004 y que se repitió en 2008.

Lo curioso de esta idea es que la historia dentro del videojuego es una extensión de aquellos eventos programados por el mismo estudio. Recuerdo haber jugado a The Matrix Online y haber presenciado la muerte de Morfeo en directo o como la comunidad daba caza a su asesino y, aunque fueron momentos muy emocionantes, siempre dio la sensación de que estaban guionizados.

Lo que EVE Online está demostrando una y otra vez es que es posible dejar esa hoja de guión en blanco y otorgar el protagonismo a los seres que habitan ese universo. Como reza el tópico, la realidad siempre supera a la ficción y basta con que el juego tenga el calado suficiente como para que, a lo largo de los años, se den situaciones como la que hemos vivido este fin de semana. ¿La pena? Que todos aquellos ajenos al juego, nos estamos perdiendo una narración que, en algunos casos, daría para un buen libro.