Hideo Kojima y las firmas de videojuegos de autor ¿Reconocimiento o vanidad?
Kojima se nos pone amoroso

Jon Bon Jobi, Steven Spielberg, George Lucas y ahora Hideo Kojima. El mundo está lleno de nombres que parecen ecplipsar al equipo, autores que toman para sí el todo de la obra y la ofrecen como hijo nato y exclusivo de sus esfuerzos y proceso creativo. Y la duda está en la negación, en la posibilidad de obviar tal vez, por el camino, el trabajo de los minions que hacen posible el resultado final. A colación de esto escribía el mismo desarrollador nipón hace poco. Un texto publicado en la popular publicación Rolling Stones que hace alusión al ego -como 'yo'- detrás de la producción de una gran obra.
Kojima se apoyaba una vez más en el trabajo del cineasta y amigo íntimo Guillermo del Toro para defender la firma de la autoría, este glifo convertido en lema que marca a fuego y bajo sello personal las producciones de ambos maestros. Que bajo la melodía de 'A Hideo Kojima Production' o 'A Guillermo del Toro Film' acompañan videojuegos y películas en los que ambos están involucrados.
¿Vanidad o reconocimiento?
El maestro nipón lo tiene claro: ni lo primero ni lo segundo, es una mera cuestión de amor. Amor por el público, por la propia obra, por el mero proceso de creación y por el formato en el que sus sueños, su corazón y su alma ven la luz. Así lo explica al hablar de la película de Guillermo del Toro: 'No es por vanidad. Es una declaración de intenciones y una firma, la de quien ha puesto su alma y su amor en el proceso de creación. Es orgullo, y también una declaración de responsabilidad'.
Hideo Kojima lo deja claro y habla de su propio proceso creativo retomando viejas fórmulas que hemos podido leer en interacciones anteriores con los medios de la prensa. Frases que vuelven a destilar la excentricidad de un genio comprometido con su propio trabajo. Para el creativo nipón, el amor es la forma de responder a la confianza y la gran cantidad de horas que el jugador dedica a un videojuego creado por un autor. 'Ahí -detrás del proceso creativo y de la obra en sí- hay una persona con alma, alguien que debe ofrecer su amor a través de una creación destinada a un público grande, insondable e invisible (...) Para culminar el proceso con éxito, el creador debe volcar su alma en la obra'.
Otro complejo que tenemos que quitarnos de encima
Leí este texto el otro día, el artículo de Kojima en la Rolling Stones, y me pareció absurdo tener que hablar de él en Mundogamers. Me parecía de perogrullo defender el derecho del creador a firmar su obra y a llamar a su estudio con su apellido. Lamentablemente parece que no es tan obvio, y algunas personas y usaurios han acusado a Kojima de hacer gala de un egocentrismo absoluto que obvia a otros trabajadores como si fuera el único autor tras sus videojuegos.
Al final parece que estamos ante otro de esos complejos del mundo del videojuego: el de firmar la propia obra como propia porque, al final, resulta que es... propia. Si de algo se ha encargado el bueno de Kojima -aquí tenéis un recorrido de su carrera para comprobarlo- es de asegurar con sus actos que su único objetivo es el de crear, innovar y ser fiel a su visión del videojuego como obra. Retrasos que se hacen eternos, abandono de su hogar por desavenencias en la calidad del producto y largos retiros, Kojima puede ser un genio lento, incluso un maestro perezoso, pero no una persona que busque la fama gratuita ni el éxito del momento.
Hideo Kojima se vuelca en su obra y ofrece su firma como reconocimiento, sí, pero es un reconocimiento que trabaja en ambos sentidos: él es el autor de su obra y esa obra es suya. Detrás de su firma no hay un hombre que quiere fama fácil, sino una garantía de trabajo, de ese amor del que tanto le gusta hablar, y un contrato de responsabilidad, de esto es lo que yo quería mostraros y así lo he hecho. Si no os gusta, echadme la culpa. Una forma de ver las cosas muy japonesa que, lamentablemente, parece que en occidente muchos prefieren confundir con otras motivaciones más negativas.
¡Nos leemos!


Ambos.
Si en su momento, el señor "KOJI-MAN" no hubiera sido capaz de "auto reconocer" la valía de su trabajo y tener la "vanidosa confianza" de colocar su nombre junto al titulo de las obras en las que ha trabajado, ahora mismo la gran mayoría de aquellos que asocian su nombre con la mítica saga de las "serpientes", conocerían poco a nada de este hombre. En resumen ¡Sí, joder! Firma tus obras, siente orgullo de ellas, alardea al respecto y se pesado. Porque si en tus momentos mas dulces de éxito, gloria u auto-realización no puedes disfrutar de la "vanidad" y el "reconocimiento" ¿Cuándo y dónde lo harás?
Y sinceramente, me parece muy complicado hablar de "videojuegos de autor" cuando hablamos de juegos como los dirigidos por Hideo Kojima, que seguramente serán el resultado de la suma del trabajo de decenas e incluso cientos de personas sin cuya competencia y dedicación sus juegos nunca podrían haber sido realidad. Es lo mismo que en el cine, ni Spielberg, ni Scorsese, ni Nolan ni nadie a ese nivel hace cine de autor, porque justamente sus obras se convierten en monstruos a nivel de producción tan grande que difícilmente son el resultado principal o exclusivo de ese "autor", sino de la valía de todo su equipo en todos y cada uno de los apartados involucrados.
Hay unos cuantos ejemplos de creadores a los que llegamos a "endiosar" en su momento álgido y después nunca (o de momento) volvieron a estar a la altura cuando se vieron rodeados de otros equipos y/o condiciones: Warren Spector, Molyneux, Cliff Bezinsky,etc.
Supongo que Death Stranding es la "piedra de toque" para poder juzgar más en profundidad; personalmente pienso que quizás "se la esté jugando" demasiado.
https://www.youtube.com/watch?v=pwa690wtu7o