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Heroes of the Storm y las cadenas a Li-Ming

Toca bajarle los humos
Por Kysucuac

En League of Legends, Riot sigue una estrategia curiosa a la hora de vender: Cuando sale un personaje nuevo, lo convierte en lo más potente del juego. Lo que llamamos un campeón “muy roto”, o muy OP (over powered), de estos que se hacen la partida sin pestañear. Sí, algunos lo llevan siendo ya desde hace muchos años, como Maestro Yi o Riven. Pero hay que señalar a los nuevos, como Ekko o Illaoi, campeones que son capaces de dejarte temblano sin ni siquiera haberse llevado más de un asesinato. Claro que, de todos esos nuevos que han salido, tenemos a Bardo, una de las más grandes decepciones del juego. Hasta que aprendes a jugarlo, y pasa de ser una porquería de campeón a “meh, siempre puedo ponerme a trollear con la ultimate”.

 

Peeero por suerte hoy no vamos a hablar de League of Legends. Al menos, no como tema principal. Aunque el MOBA de Riot tiene mucho que aprender de uno de sus rivales en esto que vamos a comentar a continuación: el nerfeo. Imagino que este término sí lo tenéis más asimilados que otros más especialitos que usamos en la jerga niño-ratil, pero igualmente lo explico: Decimos que algo está nerfeado (que sí, viene de nerf, somos así de spanglish) cuando ha sido modificado para disminuir su poder, su eficacia, su loquesea.

 

Esto es lo que ha ocurrido con Li-Ming, personaje más reciente de Heroes of the Storm. Li-Ming viene a ser el nombre que se le ha dado a la que era nuestro avatar en Diablo III si escogíamos (o escogemos, que el juego sigue vivito y coleando) a la hechicera. Si la hidra ponzoñosa estaba rotísima, ya os podéis imaginar cómo estará la hechicera en el MOBA de Blizzard. Lamentablemente, ha llegado al Nexo sin su hidra. No se puede tener todo en esta vida. Asesina a distancia de gran poder, sus habilidades se reinician al acabar con la vida de sus enemigos. Eso de por sí ya es bastante hard, ¿verdad?

 

Por suerte para todos nosotros, Blizzard se toma las cosas de manera distinta a nuestros amigos de Rito, por ello no han tardado demasiado en darle a Li-Ming su primer nerfeo. No es para menos, teniendo en cuenta que la hechicera se ha traído de Diablo III hasta su habilidad definitiva, Desintegrar. Ay, la de bichos que he reventado yo con ese maldito rayo devastador. Era mi estrategia con los jefes finales si iba acompañada: “Sí, tú... cómete todos los golpes. Yo tiro el rayo éste y gano la pelea, y tal”. Qué buenos tiempos.

 

Me están entrando ganas de volver a Diablo, de modo que la llegada de Li-Ming me ha dejado huella a mí también. Esta heroína tan poderosa ha marcado al Nexo también, por lo que Blizzard se ha visto obligada a bajarle los humos un poquito. De modo que en la última actualización de Heroes of the Storm, la compañía ha equilibrado un poco el juego, compensando las diferencias entre diferentes personajes, pero centrándose, sobre todo, en la hechicera. Así, gran parte de sus habilidades (la mayoría, talentos) han visto reducidas sus bonificaciones.

 

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Lo que Riot tiene que aprender

 

¿Es bueno que en Heroes of the Storm se tarde poco en nerfear a un héroe? Sí y no. Sí, porque equilibrar la balanza en un juego donde todos los personajes pueden comprarse con dinero digital, que se consigue jugando, es hacer que la pelea sea justa. Por otro lado, parece que con esta rapidez a la hora de modificar a un personaje recién salido Blizzard nos quiere decir que no testean demasiado el juego antes de cualquier nueva incorporación. O que no se esperan que la gente lo haga tan bien a la hora de jugarlos.

 

Sea como fuere, está claro que Li-Ming tiene que ser un personaje devastador, es su trabajo, pero no podemos convertirla en alguien invencible. Algo que League of Legends (Rito, más concretamente) necesita aprender: Sus campeones recién salidos al juego se hacen un pentakill antes de que pestañeemos. Sí, Tahm Kench, el supuesto support, también. Hay que saber encontrar un término medio, chicos. Está bien vendernos un personaje por su potencial, pero no nos pasemos.  

 


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