Here be Dragons, estrategia, dados y combates por turnos para ayudar a Cristóbal Colón

Here be Dragons es un juego que entra por los ojos. Su estilo artístico combina el papiro con los mapas del tesoro y el cómic, recurriendo a un trazo y a unas ilustraciones que van desde la ficción histórica a lo absurdo. Este hilarante contraste también está en la historia que cuenta y cómo la cuenta. El videojuego reinterpreta el viaje de Cristóbal Colón a América añadiendo dragones y monstruos marinos, lo llena de capitanes imbéciles y chistes inverosímiles para cimentar un relato loco y agradable.

 

En esencia, Here be Dragons es un título de combates por turnos y estrategia naval. Alterna batallas entre nuestra flota, y lo que ose enfrentarse a nuestros cañones, con conversaciones y narraciones que hacen avanzar la historia. Las batallas tienen una peculiaridad: las acciones dependen de la asignación de los dados que tiramos antes de comenzar cada ronda, tanto las nuestras como las de los rivales. Unos números implican reparación, más daño o pueden llegar a mermar las posibilidades del rival. También determinan quién empieza a atacar primero.

 

 

Here be Dragons se hace muy confuso al principio, y que llegué totalmente en inglés no ayuda. También se hace extraño lo riguroso y recto que es su combate con lo ligero que es su argumento. Tardaréis bastante en pillarle el tranquillo a sus luchas y puede que jamás lo hagáis. Es una propuesta tan particular, y tan guiada y determinada por el lanzamiento de estos dados, que es posible que no os entre bien nunca.

 

Pero si le dais una oportunidad, seguís avanzando, vais progresando en el juego y os esforzáis en aprender cómo va todo, sí que empezaréis a verle la profundidad e interés a lo que propone. La gracia está en ir creciendo con nuestras habilidades y asignar bien los dados. A diferencia de un JRPG, en el que lo que importa es lo que sucede en el mismo combate, aquí la gracia está en lo que ocurre antes. Empieza a disparar el que se quede con los dados más bajos, lo que, a su vez, permite activar una habilidad u otra. Los enemigos determinan sus acciones en relación a otros números, por lo que si les privamos de ellos, no podrán darnos caña. Ahí está el meollo de la cuestión.

 

En definitiva, Here be Dragons es un juego atractivo pero tremendamente particular. Le pesa mucho que tarde tanto en conectar con el jugador, llegar en inglés y que su humor no siempre haga gracia. Su tremendamente atractivo estilo visual pierde fuerza a lo largo de la experiencia y homogeniza demasiado el aspecto de las situaciones con las que nos vamos encontrando, pero si buscas un tipo de estrategia diferente, naval y descacharrante, Here be Dragons está en Switch y PC esperándote. La versión que he probado es la de Switch y va bien.

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