Hello Kitty Kruisers: entrenando a los peques para Mario Kart 8
Hello Kitty Kruisers llegaba el día 11 a Nintendo Switch con esa oleada de glamour naïve que sólo los personajes de Sanrio saben ofrecer. Entre coloridos escenarios, cupcakes preciosismos -a.k.a. 'modalenas' pijas-, manzanas, estrellas, arcoiris y corazones, el plantel de personajes y amigos de la gatita más famosa del mundo nos retan a correr por tierra, mar y aire. Un título de carreras que está lejos, muy lejos del famoso Mario Kart 8 Deluxe, pero que, sin embargo, tiene mucho bueno por ofrecer a los padres, madres, tíos y demás fauna familiar que no conseguimos que los peques le cojan el truco al sistema de los juegos de carreras.
Poco a poco, joven padawan
Lo confieso: soy incapaz de convencer a mi hija para jugar a Mario Kart 8 Deluxe. Y me mosquea. La pequeña es capaz de jugar LEGO City Undercover sin despeinarse, de crear toda una red de túneles en LEGO Worlds usando el vehículo perforador de Cole, y pilota de lujo los múltiples vehículos de LEGO Marvel Super Heroes 2. Sin embargo, es poner Mario Kart 8, las carreras de Disney infinity o Cars 3, y se bloquea.
Es una cosa curiosa, porque conducir conduce bien en los juegos, no hay más que ver las virguerías que es capaz de hacer en los circuitos abiertos del fantástico Joy Ride, pero en cuanto tiene que amoldarse a un circuito cerrado es ver las señales que indican las curvas y ponerse nerviosa. No deja de ser normal,y más cuando al lado tiene a un profesional de los videojuegos con 36 años dándole al mando, y que por mucho que 'me deje ganar' a veces, no cuela ni por asomo.
Aquí entra Hello Kitty Kruisers
Aquí es donde entra la gracia de Hello Kitty Kruisers, un juego que no está destinado a ti ni a mí, sino a los más pequeños de la casa, y que, al igual que en su momentos nos sirvió para que reforzara sus primeros apredizajes de lecturas y sus primeros puzzles, ahora sirve de maravilla para enseñarles poco a poco los rudimentos de los juegos de carreras sin estreses, sin grandes complicaciones y con un control sencillo e intuitivo en el que no faltan los turbos y los aceleradores de zona.
Hello Kitty Kruisers ofrece así un ritmo sosegado y preciosista para que los más pequeños se adentren en el género y aprendan los rudimentos más básicos gracias a un sistema de carreras que tiene el punto perfecto de reto, premio y objetivo. Un sistema que sirve para controlar las curvas, las aceleraciones y la necesidad de frenar antes de entrar en determinados tramos a la vez que nos enseña el pilotaje básico con la palanca del stick y ayuda a los más pequeños a comprender el trazado de la carretera y la mejor forma de mioverse por él.
No flipéis: Hello Kitty Kruisers no es Gran Turismo ni Forza, no es una academia de conducción, pero sus carreras a dos, sus piques en solitario y su sencillo modo aventura sirve para que los más pequeños pierdan el miedo a los juegos de carreras y aprendan a atreverse con títulos más grandes y potentes. Aquí, en casa, ha gustado mucho. No deja de ser divertido ver a la peque persiguiendo manzanas, recolectando cupcakes o enfrentándose a sus primeras contra-reloj mientras ves cómo sus manos se van adaptando a rutinas que dentro de poco podrá poner en práctica en Mario Kart 8. Y eso mola.
¡Nos leemos!
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