He probado Nintendo 3DS XL y...

Lo primero que hice nada más terminar de probar Nintendo 3DS XL fue encender mi 3DS normal, ahora vulgar, aunque tenga ese inmenso color Azul Aqua (Negros Cosmos, sois muy whatever). En este caso, mi modelo de 3DS parecía no solo pequeña, sino de juguete; una Game Boy Micro con una pantallita donde te sorprende que fueras capaz de acertar a los enemigos en Revelations o alcanzar una plataforma en Super Mario 3D Land. 

 

Claro que, si sigo jugando a mi 3DS normal, volveré a acostumbrarme, pero es lo que tiene la nueva tecnología: no la necesitas hasta que la pruebas. Y ya no puedes pensar en otra cosa. En el caso de XL, el pantallón se lo come todo y uno recuerda cuando Nintendo desafió el concepto portátil con la misma jugada en su anterior consola. Muchos jugadores pusieron el grito en el cielo. "Yo quiero una portátil, para jugar en pantalla grande juego en la tele". Pero probarla era enamorarse de ella.

 

 

Aun así, si eres de los que miran al detalle, verás que todo tiene truco y el escalado gráfico está a la orden del día. Haría falta datos técnicos o juegos a una mayor resolución para saber si esta pantalla más grande puede dar también mayor detalle. Una mirada cercana revela ese intelineado que produce expandir la imagen. Las letras también se ven algo más borrosas.

 

¿Es este factor determinante? Depende de quién lo mire. En mi caso, jugar a Revelations era más natural; la estereoscopia se disfrutaba más (aunque uno debe jugar tan quieto como antes) y los controles, sobre todo esto, son mucho más cómodos que con el modelo estándar. Ya no te clavas los picos cuando haces filigranas en Mario Kart 7, sino que la posición natural de los dedos al stick y botones es mucho más placentera.

 

 

Ahora bien, ¿merece la pena? Como hemos dicho antes, si no quieres tentar a la suerte, no la pruebes. Si eres de esos que se compra un iPad y luego un iPad 2 y luego un iPad 3, entonces no lo dudes. Es cierto que el hecho de no venir con cargador y no ser compatible con Circle Pad Pro es un hándicap que hay que superar. Pero cuando saques tu 3DS y yo mi XL te me vas a quedar mirando con ojos XL. Luego me dirás que no mola nada, porque no viene con cargador y no tiene segundo stick… Y yo mientras me habré pasado un nuevo nivel de Super Mario 3D Land. Sin hacerte caso. Es lo que tiene la nueva tecnología, que saca lo peor de nosotros mismos y, queramos o no, siempre estamos midiéndonos, a ver quién la tiene más grande.

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