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¿Hay lugar para Panzer Dragoon actualmente?

¿Por qué otros la cagan al serlo?
Por Adrián Suárez Mouriño

De todos los juegos que se han lanzado en el catálogo inicial de Xbox One, el más decepcionante, sin duda, ha sido Crimson Dragon. Para el que esté perdido, se trata de una suerte de resurrección del Team Andromeda y su Panzer Dragoon, uno de los títulos y franquicias más míticas que depararon los 32 bits de Sega a mediados de los noventa. El título acabó apareciendo en el estreno de la consola de nueva generación de Microsoft y recogiendo críticas de lo más variopinto, sobre todo negativas.

 

La pregunta, por tanto, es obvia: ¿Es tiempo para proyectos como Crimson Dragon o han sido otras circunstancias las que han llevado al esperado videojuego a la debacle? Me temo que al final ha sido un poco de todo, pero el supuestamente convulso desarrollo de la obra también parece haber protagonizado gran parte del presente descalabro. De lo que no cabe ninguna duda, y a expensas de lo que nos cuente Victor Junquera en su reseña durante los próximos días, no parece un estreno de nueva generación ni por asomo.

 

Buenas vibraciones que quedaron en nada

 

El título se presentó en el Tokyo Game Show de 2010 y quedó paralizado en junio de 2012. No se volvió a saber de él hasta el E3 del pasado junio, momento en el que se supo que el destino de la obra, contra todo pronóstico, estaba en la next-gen. Le paso exactamente igual que Ryse: juego que debía ser lanzado en Xbox 360 y que debía ser jugado con Kinect, quedó para One y sin esas funciones con la cámara. ¿En qué quedaría ese trabajo que hicieron con el sistema de cámaras? Nunca lo sabremos.

 

Para el presente desarrollo se ha contado con la presencia de dos personalidades importantes del mítico Team Andromeda: Yukio Futatsugi y Saori Kobayashi, director y compositora de la trilogía de Sega Saturn. No ha bastado con nombres importantes, lo que hace falta entender es que la circunstancia del primer título y Orta son muy diferentes a la actual: lo que vimos en su momento eran viajes casi espirituales en dos sistemas que aportaron, artísticamente, algo digno de sueño. Me paro a ver Crimson y no lo veo mejor que el título que desarrollaron en Xbox hace casi diez años en ningún apartado, y eso es inconcebible.

 

Un paso en falso para los románticos. Una decepción incontestable para los que queríamos saciar nuestra sed con un poco de magia ex-seguera. Puede que un Panzer Dragoon tradicional sin mucha salsa a día de hoy sea redundante, y si ni siquiera gusta a los propios fans, ¿a quién gustará?


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