Háblale a la consola
Nos lo vendieron como la revolución del juego sin mando pero si echamos un vistazo a las últimas novedades en el terreno jugón, lo cierto es que Kinect va camino de convertirse en una alternativa más que valida... para interactuar por voz con nuestra consola.
Lo de hablarle a la consola es un tema que me recuerda a las reticencias que tiene el usuario medio para interactuar con Siri o con el asistente de voz del nuevo Galaxy S3. Ponerse a ello da cierta pereza, uno no puede evitar sentir cierta sensación de ridículo, pero una vez superados estos temores iniciales la experiencia es bastante satisfactoria. Que sí, que se puede hacer lo mismo con un par de gestos o pulsaciones en la pantalla de turno, pero el hecho de hablar nos elimina barreras que en algunos casos suponen un engorro.
Trasladémoslo al videojuego, más en concreto a Kinect. El sensor de Microsoft está pasando por una crisis de identidad. Es como ese adolescente que todavía no sabe si seguir al rebaño de clase u optar de una vez por todas por ir con sus estética le pese a quien le pese. A Kinect le cayó encima el marrón de suponer la revolución del juego sin mandos, pero pasado el boom inicial encontramos que las propuestas más interesantes se van al campo del control por voz.
FIFA 13, el juego que ilustra esta noticia, es una de esas muestras. Es bien cierto que en la presentación del E3 la sensación general fue que Electronic Arts se había sacado una versión para Kinect para salir del paso. Nada más lejos de la realidad. Nos pasamos el día quejándonos amargamente de que los juegos que se trasladan a un sistema de control diferente siempre acaban en fracaso y para una ocasión en la que una compañía apuesta por potenciar los mejores aspectos también le damos palos.
Sinceramente, nada me parece más cómodo que ordenar las tácticas del equipo mediante un par de comandos de voz en lugar de estar trasteando con la cruceta mientras intentas que tu rival no te la cuele en un despiste. Sí, admito que son novedades exiguas y que no merecen el bombo que se les da, pero por algún lado se tiene que comenzar.
Ya hemos visto a otros juegos (Skyrim, Mass Effect 3) hacer uso de esta funcionalidad y el futuro da muestras veladas de que los tiros van a ir por este camino. En un tiempo en el que los juegos tienden a volverse más complejos, tener un control por voz que sirva para delegar varios opciones de juego es una opción muy atractiva para los diseñadores y para los usuarios.
Como de costumbre, no seamos impacientes ni quejicas a la primera de cambio. Estamos viendo los primeros pasos del control por voz en videojuegos y las expectativas son buenas. No es una cuestión de jugar al próximo Metal Gear susurrando pero sí de tener más opciones al alcance de un silbidito.
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