Guitar Hero Live rebajado a 20 euros con guitarra, ¿por qué?
El viernes fue un día curioso. Me levanté con un ataque de lumbago -la edad no perdona- me fui al GAME a reservar Dragon Quest Builders para mi hija porque en Amazon sólo está disponible en el departamento europeo y eso significa esperar cinco días más, y al entrar en la tienda GAME me encontré una sorpresa: Guitar Hero Live nuevo, con juego, pilas y guitarra para PS4 por 21 euros. La pucha, que diría Mafalda. La oferta también estaba para WiiU y Xbox One pero algo más cara.
Reservé Dragon Quest Builders, compré Guitar Hero Live modificando la comida de santo que iba a ser de chuletón y tarta por otra de arroz con pollo y sandía para cuadrar los números y me fui muy contento a casa para probar este nuevo Guitar Hero y recordar los buenos tiempos con el Guitar Hero Warriors of Rock en Wii, por ahora, sin batería y en PS4. Lamentablemente la experiencia no ha sido la misma.
Hay que conocer a tu público
No me malinterpretéis: Guitar Hero Live mola. Mola muchísimo. La guitarra nueva ha cambiado lo cinco botones de colorines que la hacían parecer la guitarra de Peppa Pig de mi hija por seis botones en dos filas distintas al final del mástil que permiten hacer acordes, cejilla y demás. El diseño también es francamente bonito, la funcionalidad no deja nada que desear y la sensación al guitarreo es muy grata y asequible en los primeros niveles de dificultad con esas dosis de locura que conocimos en Through the Fire and Flames de Dragon Force en maestro con Warriors of Rock.
El problema, más allá del impecable periférico y su experiencia jugable, que es mejor que en títulos anteriores, es el planteamiento del juego en sí y las canciones, con mucho grupito de moda de hace un año, mucho niñateo y mucho ex club Disney en su catálogo para dar como resultado una discografía que no acaba de cuajar con su auténtico público potencial y que incluso cuando recupera alguno de sus clásicos opta por las canciones menos emblemáticas con el fin, me temo, de hacer un poco de dinero.
Dos sistemas a elegir.
El problema de Guitar hero Live es que incluye dos formas de juego, una directa, el Live, que nos invita a realizar varios conciertos como guitarrista en varios grupos inventados para la ocasión en los que no faltan las parodias de cantantes famosos; y el modo Guitar Hero TV, o GHTV, que al principio es fácil confundir con Gran Hermano TV pero no, que nos invita a tocar sobre los vídeos que van apareciendo en los dos canales musicales que incluye el juego que intentan ser Vevo pero se quedan más en la extinta y dinosauria MTV.
El Modo Live nos muestra conciertos grabados en imagen real que podrían dar más o menos el pego a pesar de su buenrollismo y superficialidad si no fuera porque las canciones, como digo, no están a la altura de ese épico Warriors of Rock que hizo que muchos conocieran y se interesaran por la saga.
El modo GHTV, por el contrario, si incluye buenas canciones, pero tiene muchos peros a sus espaldas: la imposibilidad de elegir canción, limitándonos a elegir uno de los dos canales y tocar lo que nos pongan hsta que nos cansemos. Una vez toquemos y subamos de nivel obtendremos unas fichas con las que podremos tocar, ahora sí, nuestras canciones favoritas, abriéndose aquí un menú algo más amplio pero en el que sigue sobrando la música teenie en ausencia de grupos como Black Sabath, Deep Purple, Bob Dylan, Alice Cooper, Iron Maiden y un largo etcétera en el que incluso cuando encuentras algo como David Bowie, Iggy Pop o R.E.M. lo que incluyen no es, ni de lejos, lo mejor de su discografía. Por si fuera poco, gastamos una ficha cada vez que queramos tocar esa canción, sin posibilidad de compra, y de fondo está la omnipresenta oferta de 'gasta dinero real' para comprar fichas, acceder a conciertos premium -a los que podemos acceder cumpliendo requisitos a golpe de ficha- y alguna que otra 'tontá' tipo mástil bonito y demás.
Más allá de los gustos personales
Guitar Hero Live ha bajado de los 115 euros que valía de lanzamiento hace menos de un año a 21, y esto me hace pensar que no es cuestión de gustos personales, sino que realmente hay algo que no acaba de funcionar en el título y en la nueva política de Activision de lanzar un juego y aumentar sus contenidos vía online con la posibilidad de cobrar.
Canciones que podrían haber sido mejores, un sistema de juego que no acaba de cuajar y un modo Live que recuerda a los videojuegos 'peliculeros' de PC de los 90 tipo Pistoleros han sido las trabas para un juego que habría podido brillar en esta nueva generación con buenas canciones, menos pamplinas y un enfrentamiento honesto online. Ojalá Activision saque nuevas entregas con buen rock old school y haga lo mismo con el sistema de juego, recuperar el viejo estilo. Mientras, seguiré jugando a Guitar Hero Live porque es divertido y a 21 euros no está mal, pero no dejaré de pensar en todo lo que habría podido ser.
¡Nos leemos!
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