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Gracias, Disney, habéis matado mis ganas de Star Wars

Buenorros, metatarget y juego online
Por Rafa del Río

En 1977, tras cuatro revisiones del guión y seis años de trabajo, el mundo recibía Star Wars Episodio IV: A New Hope. Con una sola película, avanzada sobre la historia general, George Lucas redefinía el concepto del cine y establecía las bases de los principios cinematográficos que estarían en boga hasta bien entrado los noventa. Conceptos como superproducción de verano, atención al público juvenil y merchandise pegaron fuerte y encontraron eco en las producciones de otros grandes como Robert Zemeckis y Steven Spielberg.

 

Pero no nos confundamos, Star Wars fue, desde ese primer episodio IV, una obra magna de categoría universal. Efectos especiales sorprendentes para la época, un plantel de actores que se creían sus papeles y una historia cuidada y más que revisada que partía de un intento de remake de La Fortaleza Escondida, de Akira Kurosawa. Una vez más el director japonés por excelencia -fuera de las fronteras niponas- volvía a inspirar  al gran cine de Hollywood, y como ya pasara con Yojimbo - Por un puñado de Dólares, Los Siete Samurais - Los Siete Magníficos y, posteriormente, Ran - Brave -la de Mel Gibson, no la de Mérida-, Kurosawa aportó su granito de arena al genio de Lucas.

 

 

Merchandise asociado

Star Wars funcionó de puta madre, y pronto sus legiones de fan aprovecharon el inteligente pacto que había firmado Lucas con Universal Studios al disfrutar de productos asociados de calidad que iban desde las figuritas de acción de 15 centímetros -muñecos, en esa época se llamaban muñecos- y sus respectivas naves a escala hasta cómics, ropa, música y spin-offs con ewoks achuchables y niños inquietantes.

 

Star Wars funcionó. Funcionó tan bien que Lucas estaba dispuesto a rodar una primera trilogía en la que se narrara la historia de Anakin -que había pasado de caballero Jedi a Darth Vader en las revisiones de guión-. Lamentablemente un mal divorcio y las pocas ganas de seguir hicieron que en 1987 la idea se cancelara y Lucas lo diera todo por perdido.

 

Star Wars VII en Vanity Fair... Pues eso.

 

Mientras, la saga seguía creciendo en forma de novelas y videojuegos de una calidad más que aceptable en el caso de las primeras y altibajos en el caso de los segundos. Juegos buenos como Star Wars Empire Strikes Back de 1982 -lanzamiento simultáneo con el episodio V- o Star Wars The Arcade Game (coin-op de Atari 5600 en 1983) se dieron la mano con chapuzas como Star Wars: Jedi Arena (Atari 2600), Star Wars Demolition (Playstation Dreamcast 2000)  Master of Teras Kasi (Playstation 1997) y los más recientes Force Unleashed, Kinect Star Wars o Star Wars Obi Wan, que habían perdido el norte. 

 

No todo estaba perdido y muchos juegos, especialmente los más antiguos, supieron seguir la estela de genialidad de Lucas. Star Wars: Return of the Jedi fue uno de los mejores títulos en el periodo agonizante de los ordenadores personales de los ochenta. Las versiones de la saga para Nes y Supernes se cuentan entre los mejores títulos, y la versión de Star Wars Arcade de Sega para 32X fue sublime. Más cositas interesantes como los dos Caballeros de la Antigua República e incluso un par de LEGO Star Wars después, la cosa pintaba genial con el desarrollo de Star Wars 1313, un desarrollo que murió tras la compra de LucasArts por parte de Disney, el despido de casi todos los trabajadores y un partir desde cero que no auguraba nada bueno. 

 

We're up to see The Force, the wonderfull Force of the Cash.

 

La era Disney

Como decía, en 2012 Disney compraba a Lucas, sus empresas, sus franquicias y demás, y borraba de un plumazo la promesa que el bueno de George hiciera en 2010 de lanzar buenos juegos de ahí al futuro. Asesinado Star Wars 1313 en la cuna, la nueva directiva de Disney se dedicó al lanzamiento de subproductos asociados sin demasiada gracia. Tiny Death Star, The Clone Wars - Republique Heroes, Galactic Defense y un salvable Old Republic que ahora tiene que mamar con las directrices de homogeneidad de la empresa del tío que mandaba a la competencia a los juicios por comunismo, era todo lo que nos quedaba de un pasado glorioso.

 

Pero eh, no pasaba nada, porque los tipos de DICE estaban desarrollando un nuevo Battlefront que iba a ser la caña, que iba a ir dirigido directamente a las consolas de nueva generación y los ordenadores más potentes, y... ¿Os acordáis del viejo Battlefront? Pues iba a ser igual pero mejor. 

...

O no. 

Porque hace poco, tras su presentación en esa Disneylandia camuflada que es Anaheim, en medio de una convención de pandereta con fanas locas everywhere y Disney Interactive pisando el pedal a fondo, los chicos de DICE confesaron que, bueno, no habría modo offline, no habría campaña de historia, no habría, en definitiva, más que espectaculares batallas de 20 Vs. 20 a lo Call of Duty de la Fuerza. Y a mí se me murió el hype. Y me entraron ganas de ponerme una armadura negra, un casco oscuro con ojazos de gato y enganchar por el cuello al consejo directivo de Disney y apretar con Fuerza, porque la carencia de fe de Disney resulta molesta

 

 

Me la pela Star Wars

Y como viejo fan de la saga es muy jodido verme obligado a decir esto. Me la pela Star Wars porque Disney ha superado mis límites de tolerancia. Oh, me encanta cuando hacen cosas como Frozen, Rompe Ralph, Enredados y demás, e incluso disfruto jugando con mi hija a Disney Infinity, ya os lo comenté hace tiempo. Sin embargo, cuando cogen series de culto, obras que llevan años en nuestro acervo cultural y, en su obsesión por captar el máximo número de público, reconvierten sus películas a porno soft para niñas geeks y momentazos espectaculares y canciones de Metallica para que los tíos pasemos por el aro, la cosa me supera. 

 

¿Exagero? Si pensaís así es que vuestros contactos en las redes sociales son diferentes a los míos, porque ya estoy cansado de que se acerque el lanzamiento de una peli Marvel y facebook y twitter se llenen de 'volviendo de The Avengers... rastro de babas desde el cine a mi casa' 'ojalá junten a Tom como Loki y Hugh como Wolverine. ¡¡Sería #MultiOrgasmico!!' 'Para la siguiente de Torso (Thor) recordadme que lleve toalla para el asiento'... Y podría seguir así hasta el infinito con la misma vergüencita ajena que me poseía cuando de joven salíamos de marcha y el típico virgen del grupo no hacía más que hablar de tetas y culos.

 

-Cari, ¿vamos a ver Thor? -¿Desde cuando te gustan las pelis de superhéroes?

 

Pero no me malinterpreteis: No me quejo de los comentarios en sí ni mucho menos de sus autoras, que cada cual es libre de pensar lo que quiera e ir a ver las pelis por los motivos que sean, me quejo por la política Disney de contrataciones para acaparar público, de cosas lights con brillantes colores y de convertir la realidad en esos parques temáticos tan chachis en los que nada es verdad y todo es de cartón piedra. Si hubiera tenido que ir a ver El Retorno del Jedi al cine con cinco añitos sólo por fantasear con la princesa Leia, jodido lo habría tenido, pero al parecer los tiempos cambian... y los géneros también. Y es que la cosificación sólo funciona en un único sentido, ¿o qué os creíais? 

 

Me gustaría, después del fiasco de Battlefront, poder decir aquello de 'ayúdame Abrams, eres nuestra última esperanza', pero ya me estoy viendo el percal y dudo que haya nada que salvar a estas alturas. En fin... Que la Fuerza os acompañe... y ya de paso os coja confesados. Por si las moscas. 

 

¡Nos leemos!


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