Ginger Beyond the Crystal. Para pequeños y mayores
Es extremadamente complicado crear un producto que pueda llegar a ser disfrutado por diferentes rangos de edad. Generalmente, sobre todo en el terreno de los videojuegos, se busca un target concreto y se desarrolla una obra enfocado a él, pero es imposible llegar a ser disfrutable (y recomendable) para todo tipo de edades. Esta es una de las muchas características que me han sorprendido de Ginger: Beyond the Crystal, una obra española desarrollada por Drakhar Studio.
Por su concepción de la historia y manera de narrarla, podríamos llegar a la conclusión de que se trata de un juego infantil, para los más pequeños de la casa. Y en realidad estaríamos acertando: no se me ocurre un título mejor con el que los chavales podrían disfrutar sin que por ello se sacrifiquen mecánicas o conceptos de un videojuego de calidad. De hecho, otro de los aspectos que me ha sorprendido de Ginger: Beyond the Crystal es lo bien que aprovecha su rango de público para implementar elementos como los tutoriales, siempre tan complicados, con sentido.
Pero lo cierto es que también puede llegar a ser una aventura que disfruten los jugadores más veteranos, e incluso incluye una dificultad más alta pensada precisamente para ellos. Ginger: Beyond the Crystal es un plataformas muy clásico, que recuerda a títulos míticos como Spyro. Tanto para esos nostálgicos como para los jugadores que busquen una experiencia de este tipo, de verdad, no se me ocurre una recomendación mejor. Cada fase incorpora sus propias características especiales que hacen que el título no sea repetitivo, unido a un sistema de construcción del mundo que siempre se adapta a la historia que se narra.
Todos los elementos del juego están incluidos con coherencia, dentro de sus propios márgenes. Las mecánicas que se incluyen no están por hacer bulto, o porque pueden quedar bien (como pasa en otros juegos), sino que el estudio busca esa consistencia entre historia y juego, aunque ambos campos sean sencillos. Quizás, lo único que he podido echar de menos es un mayor carisma o personalidad propia, pero entiendo que también es algo que entra dentro de los gustos más personales y subjetivos, ya que tampoco es que nos encontremos con un mal trabajo artístico, ni mucho menos.
Es una obra que recomendaría con los ojos cerrados para que un adulto disfrutara junto a un niño pequeño, mientras los dos juegan a la vez. Como las buenas películas de Disney, Ginger: Beyond the Crystal tiene la capacidad de poder llegar a contentar a esos dos rangos de público tan diferentes, y eso es mucho decir. La obra ya está disponible en PC, PS4 y Xbox One, y si sentís curiosidad y además os apetece apoyar a un producto nacional, no creo que os arrepintáis en este caso concreto.
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