Geralt de Rivia, héroe definitivo

Geralt de Rivia, el Lobo Blanco, Gwynbleidd, el mítico brujo. Hay pocos protagonistas en la historia reciente del videojuego con el carisma del protagonista de la saga The Witcher. El ejemplo que me viene a la mente cuando pienso en Geralt es siempre el Comandante Shepard, personaje con el que guarda cierta relación porque los jugadores podemos dirigirlos con ligeras decisiones por camino o por otro. A diferencia de Shepard, que puede ser un cabrón alucinante, Geralt siempre es él mismo.

Es algo que me cautiva de él: que la idea que tenemos de Geralt no cambia tanto si decide matar a un borracho que está diciendo burradas en el bar como si lo resuelve sin violencia y con una frase muy badass o un truco muy inteligente. Quizá esto sea consecuencia directa de que es un personaje nacido de la literatura, no directamente de los libros, y que eso ha ayudado a CD Projekt a crear reacciones naturales dentro de un mismo personaje a toda clase de situación. 

Pero esta capacidad para mantener su integridad personal bajo nuestras maquinaciones de jugadores no es lo más llamativo del personaje, pues Geralt es una mezcla muy equilibrada de todas las cualidades del héroe del cómic, el cine y, claro, el videojuego. Es un hombre que ha sufrido mutaciones mágicas (un proceso necesario para convertirse en brujo), por lo que ha sufrido y nos identificamos con sus sufrimiento. Este dolor, al menos, sirvio para algo: convertirlo en un súperhombre, un Lobezno con gran fuerza, velocidad y capacidad de curación, algo que sin duda le viene muy bien cuando combate con espada cual gran caballero medieval.

No contentos con eso, también es Batman, pues sus capacidades detectivescas le permiten resolver las misiones que le encargan, pues un brujo es un mercenario (otra profesión que nos vuelve locos) que debe luchar contra las bestias y monstruos del mundo (ah, cazador de monstruos, sí, otro atractivo más). Y como bien nos demostró su trailer 'Killing Monsters', muchas veces esos seres peligrosos y dañinos para el mundo suelen ser hombres de a pie. También es una especie de vaquero y justiciero solitario, claro que sí. Oh, y no olvidemos sus poderes mágicos, casi de Jedi.

Tanta cualidad de héroe debería encajar mal, pues no es posible serlo todo en la vida, pero Geralt lo es. Qué cojones, si hasta es un amante legendario que ha conquistado a decenas o cientos de damas durante su vida, desde prostitutas hasta princesas, pasando también por hechiceras, que comprendemos son su fetiche. Realmente hay que alabar el trabajo de equilibrismo de CD Projekt para conseguir que tantos elementos funcionen juntos.

Geralt lo tiene todo para gustarnos, y hablo principalmente de hombres, pues no conozco a ninguna mujer que sienta el entusiasmo que nos invade a muchos con él. Por irónico que suene por lo que acabo de escribir inmeditamente más arriba, Geralt no deja de ser la fantasía perfecta de empoderamiento másculino, con sus músculos, su actitud y su inquebrantable fe en sí mismo. CD Projekt realmente nos ha dado un héroe perfecto para el videojuego, por mucho que proceda de los libros del gran Andrzej Sapkowski. 

Así que cuando os pongáis a jugar a The Witcher 3 la semana que viene, no olvidéis mis palabras: Geralt está ahí para 'poneros', quizá no sexualmente (o sí), pero sí para que os sintáis mejor con vosotros mismos y penséis que sus decisiones, sus respuestas y sus aventuras son vuestras, incluso si, como decía al principio del texto, Geralt nunca deja de ser él mismo. Hay que alabar a los guionistas de esta gente tanto a como a sus diseñadores, desde luego