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Gears of War 4, una continuación intimista

Los sonidos del silencio
Por Adrián Suárez Mouriño

Gears of War 4 supondrá un giro de 180º a la franquicia. Su historia sucede 25 años después de que los Locust hayan sido exterminados en Sera, controlaremos a DJ, el hijo de Marcus y al que acompañarán otros dos: su amigo de la infancia y Kait, una chica que busca a su madre, la líder de los Outsiders y que se opone a que el gobierno repueble el planeta. En su viaje se encontrarán con unos nuevos monstruos y algo que huele a conspiración: humanos colgados en unas vainas que parece que les chupan la vida, sí, como el Célula de Toriyama le hace a quien se come.

 

Este planteamiento da paso a un cambio casi completo de género: de pura acción descerebrada shooter pasamos a algo parecido a un survival horror, o por lo menos a una aventura de terror en la que la oscuridad es la protagonista. Es curioso, pero me llega a recordar hasta a Alan Wake en su presentación: tres amigos que caminan por un mundo infestado de pesadillas con una linterna acoplada en su pistola, para poder distinguir a estos seres de las sombras y eliminarlos.

 

 

Es una apuesta tremendamente arriesgada que llega tras un irregular Judgement. Desde The Coalition, sus desarrolladores, han avisado de que quieren hacer una historia de personajes, que los retrate mientras avanzan en pos de su meta. Gears of War siempre ha tenido una trama, pero sinceramente, estaba ahí por estar, una que creció a lo largo de la trilogía original hasta cerrarse casi por necesidad. El motor gráfico permitía ampliar la escala de detalle de mundo y de personajes, y claro, había que explicar un mundo y un ataque global.

 

Gears of War 4, o Gears 4, pretender precisamente reducir esa grandiosidad y regresar al espíritu del original en la escala de acción, volviendo a un juego de barrio y no de galaxias, y desde ahí incorporarle tristeza, oscuridad y un tono supuestamente maduro. The Coalition, grupo desarrollador anteriormente conocido como Black Tusk Studios, y formado por antiguos miembros de Electronic Arts, se enfrenta a lo que me parece una arriesgada tarea: transformar una franquicia en algo que nunca fue.

 

Cuando digo arriesgada tarea no quiero decir mala idea, al contrario. Lo cierto es que la ambientación se presta a esta modificación del género, Gears of War destaca por sus combates rotundos y separados entre ellos más que por matar a discreción todo lo que se mueva, y cuenta con un buen sistema de coberturas perfecto para esconderse del terror. Los enemigos se diseñarán de manera que exploten nuestra presencia en los parapetos, haciéndonos salir de ellos u obligándonos a quedarnos ahí, diseñando enfrentamientos concretos para disfrutar, precisamente, de ese combate que hizo grande la saga.

 

El 11 de octubre veremos cómo termina este experimento del estudio de Microsoft creado para crear AAA. Este mismo mes tendremos una beta para probarlo: el 18 para los que jugaron a la Edición Ultimate antes del 11 de este mismo mes y para los demás el día 24. Crucemos los dedos.


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