Ganar dinero jugando a videojuegos PC
Este mes he estado leyedo el libro Ready Player One, de Ernest Cline. Una entretenidísima historia ambientada en un futuro cercano en la que la sociedad enfoca gran parte de su actividad en una enorme red social donde los niños van al colegio de forma virtual y la gente juega a videojuegos y socializa con sus conocidos como si ambas cosas fueran una sola. Sería algo así como si Second Life hubiera resultado un rotundo éxito y gran parte de la actividad económica y social del mundo estuviera focalizada en él, aunque lo de esta segunda vertiente se esté conviertiendo ya en realidad en cuanto al uso de la red.
De hecho, muchísimas empresas invierten en universos virtuales, publicidad virtual y recursos virtuales. Recuerdo precisamente en Second Life que si dejaba a mi avatar bailando en una discoteca podía ganar un dinerillo cada hora por el mero hecho de hacer bulto y atraer a clientela en lo que podría ser una especie de relaciones públicas virtual. Ah no, que eso es un Community Manager.
¿No les asusta la idea? El otro día leí la noticia de que un usuario había ganado 10.000 dólares vendiendo los objetos que había conseguido jugando a Diablo 3. Un pelotazo empresarial deudor del gold farming oriental en el que cientos de señores de ojos rasgados se dejan la vista para conseguir dinero en videojuegos online para que un acomodado y rumboso jugador caucásico compre ese dinero virtual con moneda real. Esto se traduce en una tendencia cada vez más extendida: que jugar a videojuegos pueda convertirse en un trabajo en sí.
Lo de Blizzard es un gran paso de cara a reglar la economía sumergida que impera en este todavía desconocido mundo. Este hecho, unido a la terrible tendencia ascendente en cuanto a suplir la interacción social real con la digital puede provocar una situación muy factible. En algún momento ya les di como ejemplo la situación de la humanidad en la película Wall-E: seres absolutamente mediatizada por la tecnología, enganchados a una sonda anal y mórbidos como ballenatos al no necesitar realizar ninguna actividad física. Los videojuegos ya parecen ser un método totalmente válido para divertirse, socializar y encontrar pareja. No es muy difícil que el siguiente paso radique en la autosuficiencia del medio con una inversión por parte de los propios usuarios al realimentar su entorno y considerar tal cosa como un oficio.
Diseñadores de moda que cobran por construirnos la casa de los sueños en Los Sims 5. Mercenarios a sueldo que ofrecen sus servicios a novatos para atravesar ese tramo de juego tan complicado. Dungeon Masters contratados por horas para crear aventuras personalizadas en tiempo real a un grupo de chavales. Lo veo tan claro que me extraña que no estemos ya más enfilados por ese camino. O igual ya lo estamos y no me he dado cuenta. Ya les digo, me acojona un poco todo esto.
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