Fude Samurai: aprender japonés jugando

Es una opinión muy personal, por eso os pido que me permitáis ser sincero al respecto: el mundo del desarrollo de juegos para smartphone en España me aborrece y me cansa. No pretendo generalizar, pero la imagen que se proyecta desde redes sociales es rancia y cutre. Y no, no entiendo los motivos que llevan a sus desarrolladores a dejar de serlo para convertirse en auténticas máquinas de reiteración para repetir una y otra vez mensajería publicitaria barata de malísima calidad, el link para el Green Light de turno o el voto para premio/concurso de rigor que no lleva a ninguna parte. Además, claro, de lo sumamente guay que es su juego en numerosos medios que lo analizan “del colegueo” y sin ningún atisbo de crítica ante muchos elementos castigables que pasan desapercibidos por su autoría: el juego de mi colega random.

El caso es que para muchos nos es inevitable mirar el espectro de desarrolladores de videojuegos para teléfonos en nuestro país con cierto recelo y aburrimiento: demasiado amiguismo, demasiado caradura y muchas ganas de decir “¡EH! ¡SOY CEO DE ALGO!” más que un interés real por ofrecer un producto rico e interesante para un público ansioso, seguro, de buenas ideas y menos imitadores-ponzoña del Angry Birds que no tienen donde caerse muertos. Por suerte, el otro día tuve el placer de conocer a la gente de OSOM Videogames en el Salón del Manga y me enseñaron Fude Samurai, un juego que logró poner un poco de esperanza en ese territorio que ya había perdido todo mi crédito e interés.

Hablamos de un concepto que han bautizado como Arcade e-learning y mezcla una simple mecánica de acción con el uso y el aprendizaje de los 105 primeros kanjis que componen el examen Noken 5 a base de repetición y juego. Podéis pegarle un vistazo al tráiler para comprenderlo, pero cuando te pones a los mandos los resultados se comprueban rápidamente y aprendes y memorizas lo usado en el juego según avanza la aventura. Ante la interesante idea quise hablar con Renato Roldán, director de arte del juego que nos explica el origen de Fude Samurai: “somos unos apasionados de la temática samurái, así que teníamos  claro nuestro objetivo. Buscábamos algo que nos diferenciase de las miles de marcas que hacen juegos para móviles, así que intentamos 'suplir una necesidad' con nuestro trabajo. Esa necesidad era una que teníamos nosotros en ese momento: aprender japonés”.

Renato, mallorquín, dio con la clave tras una búsqueda concienzuda en la App Store: “Un día se me pasó por la cabeza la idea loca de juntar arcade con aprendizaje del idioma, entonces busqué alguna alternativa a esa idea en la store de Apple y todas eran un tostón: no había ningún tipo de aliciente que te impulsara a seguir estudiando japonés... todo era 'poner codos' delante del móvil o la tablet de turno”. Lo importante para OSOM Videogames es que Fude Samurai cumple tres requisitos imprescindibles para haberse lanzado a la aventura de un juego tan original: “nos molaba la idea, suplía una necesidad global y nos diferenciaba del resto”. El título saldrá a finales de noviembre en Android e iOS y podrá ser disfrutado en nueve idiomas, entre los que se encuentra, claro está, el castellano.

Más allá de la propia acción del juego, lo interesante del concepto radica en el punto de estudios de los kanjis, que ha sido mimado para que el jugador pueda y aprenda a reconocerlos, leerlos, y escribirlos de la forma adecuada (la caligrafía es algo muy estricto en el idioma japonés y la composición de cada carácter es concreta y no admite excepciones). Me quedé loco tras escribir el kanji y ver que aparecía en pantalla un sinfín de palabras de derivaban del símbolo. Al apretarlo, además, se escuchaba la palabra dicha por una voz japonesa para conocer su fonética al instante. De auténtico lujo y un compromiso absoluto por ese aprendizaje básico del japonés que debe ser premiado. Yo ya os digo que quedé prendado de la idea.

Fude Samurai tiene muchas inspiraciones artísticas, pero Renato nos confiesa que Genndy Tartakovsky (Samurai Jack o Clone Wars) es la principal, pero ellos sienten auténtica devoción por el estudio de animación Gainax y confirman que han tocado palos que van desde nuestro Azpiri hasta Kung-Fu Panda. Se están poniendo las pilas de cara al lanzamiento del título: dentro de pocas semanas estrenan un corto de animación basado en su personaje y la música viene dada por el grupo Amadeus, que pondrá con Multiverso un auténtico temazo a disposición del estudio balear. El juego goza de una animación estupenda y unas ideas de diseño que, personalmente, me han encantado.

El valor de enseñar algo con un videojuego me encanta y me apasiona. Compaginar el estudio de una materia con el ocio electrónico sin que se haga aburrido es algo digno de estudio para las próximas generaciones, que pueden usar de apoyo ese software para poder repasar o aprender nuevas lecciones en las aulas. Los juegos trascienden del mero ocio poco a poco, y producciones modestas como Fude Samurai nos lo demustra para bien.