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Fire Emblem Fates, una obra en tres actos

En Nintendo son maestros de la división con amor
Por Adrián Suárez Mouriño

Firem Emblem Fates llegará en tres trozos: Estirpe, Conquista y Revelaciones, y esto no es como con las distintas ediciones de Pokémon: misma historia con distintos bichos que capturar. Cada fragmento de Fates contará una argumento narrado desde puntos de vista distintos; hay una guerra con dos bandos, toca decidir. Por su parte, Revelaciones, acabará por cerrar la trama, es decir: un total de tres historias.

 

Lo que ocurre con Fire Emblem Fates es que para enterarnos de toda la historia habrá que jugar a los tres títulos, comprando los tres. Desde Nintendo ya se ha avisado que con la compra de uno tendremos un descuento aún sin especificar del siguiente, de este modo y si la rebaja es buena, estaremos hablando de que las distintas ediciones del título funcionarán como un DLC independiente de la primera que compremos.

 

 

Nintendo, y los videojuegos que nos llegan a sus máquinas, parecen estar encontrando la manera de vendernos DLC y contenido extra de una manera adorable. La mayor parte de los discursos en contra del contenido descargable es que el contenido es pobre, o que acabas pagando para no acabar recibiendo nada sólido, nada material. Nintendo ya tiene los Amiibo para solucionar el segundo punto, y con la generación de nuevas ediciones de un mismo juego, pero con la capacidad de contar distintas historias, pueden ofrecer algo con chicha, dar variedad al comprador de un mismo título y retenerlo aún después de haberse comprado el juego.

 

La idea de Fire Emblem Fates es buena. Aún si en lugar de comprar todas las ediciones la gente las intercambia entre sí, habrá sido un éxito, porque se seguirá jugando al título durante mucho tiempo, siempre pendientes de saber cómo termina esa gran guerra que vamos a jugar; claro que aunque la idea sea estupenda, lo es realmente para Nintendo. Un jugador puede molestarse por tener que pagar unos cien euros por tener el juego íntegro, y seguimos con la incertidumbre de siempre con estos productos: ¿qué me ofrece exactamente ese contenido a mayores que voy a comprar? También se puede preguntar uno que por qué ese contenido extra, esa historia paralela desde otro punto de vista, no está incluida y ya resumida en el mismo cartucho. ¿Voy a tener que pasar otra vez por el tutorial y por un arranque que ya conozco?

 

Pero todas estas molestias no son capaces de enmascarar lo importante: Nintendo, la que muchos la entienden por antigua e incluso que hasta reniega de las nuevas tendencias del mercado, está apuntalando una manera propia de vender contenido a mayores de un título principal, y nadie lo hace como ella. Gracias a muñecos y nuevas ediciones es capaz de tener a su público contento a priori y orgulloso de seguir comprando cosas made in Nintendo. Y ahora llega al mercado móvil; tiembla, economía mundial.


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