Final Fantasy XV no se explica por sí solo
Assassin’s Creed no será la franquicia perfecta pero si algo parece saber hacer es nutrirse de otras artes para expandir su universo. Cómics, piezas de animación y hasta un largometraje de alto presupuesto enriquecen una serie de videojuegos que sin todas estas ramas seguiría contando la misma historia. Una que podría ser mejor, una fácil de expandir por su propia naturaleza, pero una que al final se entiende jugando únicamente a lo creado por Ubisoft.
Los que tienen la voz cantante en este terreno son los pokémon, por pura longevidad. Su anime empieza a ver la línea de los 20 años en antena y sigue con cómics, películas y una fanbase que explora sus posibilidades alejándose del cánon. Pero no es fácil lograr algo así. Quantum Break ha sido la superproducción que con más ganas lo ha intentado aunque no la única, tras ella estuvieron Defiance y otras tantas. Incluso nuestro medio ha sido una de esas ramas con Enter the Matrix. Square Enix ha intentado algo similar y, aunque me está gustando su juego, depende demasiado de lo creado más allá de él.
Si no os habéis dejado caer por el análisis de Adrián os lo dejo aquí, porque el caso es que como bien indica «Kingslaive y Brotherhood son parte fundamental del juego». La pena es que no vienen con él. He elegido titular este texto cuidadosamente porque considero que ‘explicarse’ y ‘entenderse’ son cosas distintas. Imaginad esa peli de domingo en el sofá que pilláis empezada pero que, oye, está bien, no es difícil cogerle el hilo y hasta disfrutáis con su conclusión. Final Fantasy XV parte del mismo patrón y se distribuye sin fragmentos de una historia que directamente están extirpados de lo que debería ser el producto final. Se termina entendiendo aunque se explica mal, y se pierde mucho por el camino.
Durante el largo proceso de desarrollo se habrán realizado tantos cambios que me estoy encontrando con un juego tan irregular al explicarse que en ocasiones parece la versión en bruto de una pieza por editar. Hablo de escenas donde la música entra y sale de manera brusca, donde no se termina de alcanzar un clímax que, por el potencial de lo mostrado, debería lograrse. Donde no pasas del ‘casi’. Cada vez tengo más claro que son la evidencia de que toda la historia es un puzzle montado por partes donde las piezas se han encajado de mala manera.
Algunos puntos cruciales de la historia se cuentan con escenas de Kingslaive, incluso sacadas de contexto pero elegidas por su poderío visual. En otras tenemos a personajes que sufren cambios radicales en la trama global pero que son casi inapreciables únicamente con el juego. Lunafreya, su hermano y Regis dependen de la película para sentirse importantes, sin ella vienen y van. Brotherhood nos ayuda a construir una empatía con el grupo principal que terminamos logrando en el juego, pero pasa a ser lo vivido con gente que parece que acabamos de conocer, cuando no es para nada así.
Estoy disfrutando de Final Fantasy XV, pero eso no quita que me rechinen estos defectos. Podría ser mucho mejor con la película y el anime incluidos en él. Ya no hablo de convertirlos en fragmentos jugables, que sería lo suyo, sino de que como mínimo Square Enix debería ofrecerlos conjuntamente en la edición estándar. El juego sería más coherente, contundente en sus clímax, conmovedor con sus personajes. Pero han decidido romperlo en partes, quizás, para promocionar un videojuego que les ha costado un dineral. Hace una semana salió a la luz un prólogo que no se incluyó en el desarrollo, pero que incorporándose como una parte jugable construiría un grupo más cohesionado.
Es una pena que el juego tenga ese complejo de Frankenstein, aunque aprecio muchas de sus virtudes. ¿Creéis que es justificable que se termine disfrutando y entendiendo la trama global si las partes que la enriquecen quedan excluidas? Nosotros lo hemos hablado y hay varias opiniones, aunque sigo pensando que si un videojuego se construye de esta manera es fácil que se pierdan cosas por el camino, y en consecuencia que el producto principal salga manchado por ello. Veo mucho más sensato apostar por algo potente e independiente, porque Final Fantasy XV puede expandirse sin arrancar fragmentos de la historia principal. Pero ha decidido hacerlo, y hay gente que no lo terminará de entender.
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