Final Fantasy: La IP moribunda

Hace muchos años, siendo yo muy pequeñita, mis padres plantaron un pino en el jardín de casa. Con el inicio de cada estación, me hacían una foto con el árbol, comparando alturas. Hubo un tiempo en el que yo fui más alta que el pino, pero pronto me superó en altura. Llegó a ser tan grande que, el año pasado, tuvieron que talarlo. Después de 20 años decorando la casa, desapareció como si nunca hubiera estado ahí. Y, hombre, aunque fuera una planta, dolió un poquito en el alma.

 

Aquel árbol, como tantas otras cosas, había crecido conmigo. Nos duele más el adiós de alguien o de algo cuando lo hemos visto madurar a nuestro lado. En los videojuegos esto también pasa, ¿verdad? Todos hemos sentido un vacío inmenso cuando nos ha tocado decir adiós a una saga porque ya no van a hacer más juegos. Pero peor es cuando se siguen sacando títulos de una franquicia que ha crecido con nosotros… y ha envejecido mal.

 

A mí más que a nadie me ha dolido la depresión en la que parecía hundirse Final Fantasy. La saga surgió como el renacer de una compañía en la ruina, y ha dado a luz grandes juegos que ya forman parte de la historia de esta industria. Sin embargo, aunque tiene sus defensores, algo pasó desde el momento en el que a Squaresoft pasamos a llamarle Square Enix. Al menos, así lo noté yo. Porque hay gente que dice que Final Fantasy X no es bueno (que, ojo, la linealidad le hace perder bastante, pero su historia, sus personajes y su música nos permiten perdonárselo), pero me parece que todo lo malo llegó con Final Fantasy XI y XIII.

 

Primero, el online fue un MEH como una casa de grande, cosa de la que no nos recuperamos del todo hasta que llegó Final Fantasy XIV. Es más, a este décimo cuarto título le hizo falta una expansión que actualizase casi todo el juego para llegar a ser lo que es ahora: Uno de los mejores MMORPG de la actualidad. Pero, en lo que es la saga original, sin onlines, sólo tú ante el peligro, algo cambió para siempre y no hay expansión que lo arregle. A Lightning la hemos explotado casi tanto como a Cloud, y el resultado ha sido ver a Final Fantasy hasta en la sopa, pero con la sensación de que estamos ante algo distinto.

 

Muchos de los que crecimos con la franquicia hemos perdido interés en sus juegos. Y no por falta de experiencia, que mi hermano fue el primero en comprar Final Fantasy XIII en cuanto salió. Bueno, y el XII, aunque para ése sí que esperó unos meses. En casa los hemos jugado, y hemos sufrido los largos pasillos intermedios entre cinemática y cinemática. Algo pasaba en Final Fantasy, y no soy yo quien lo dice, que lo dice Hajime Tabata.

 

¿Es (o ha sido) Final Fantasy una “IP moribunda”? Sin duda alguna. Se nota en nosotros, en los que antes amábamos cada título que llevaba su nombre y ahora nos llevamos las manos a la cara – a lo Squall – al ver lo que hacen con algunos juegos. Explotación de personajes a más no poder, ports que parecen un insulto y adaptaciones a móviles con precios desorbitados. Square Enix está haciendo algunas cosas mal y la tormenta acecha.  Pero parece que un rayo de esperanza abre el cielo, colándose entre los nubarrones negros, e ilumina el futuro que está por llegar. Primero, Final Fantasy Explorers, que es una monada (aunque no deja de explotar ligeramente lo que ha dado resultado en títulos anteriores). Y en segundo lugar, que es lo que hoy toca destacar, la inminente llegada de Final Fantasy XV, un título muy esperado.

 

Desde luego, al equipo de Tabata hay que saber apreciarlo. Debemos reconocer que, efectivamente, trabajan sobre algo que podría estar muerto, en las últimas, pero han conseguido lo más importante: llamar la atención, no sólo de los jugadores más jóvenes que se adentraron en el universo Final Fantasy con los dos últimos juegos, sino la de los que nos fuimos muy lejos, pensando que no volveríamos.

 

Aquí estamos, Final Fantasy. ¿Resucitarás? ¿Con Lázaro o con una Cola de Fénix? Lo del fénix suena mejor, porque parece que te toca resurgir de unas cenizas que, si la cosa sale mal, podrían irse volando con el viento. Espero, muy sinceramente, que Final Fantasy XV sea el regreso de Final Fantasy, de su esencia, la que nos emocionaba, la que creció con nosotros, y que no pase dejando un vacío como el que hay ahora en el jardín de mi casa. 

 

<< Anterior Siguiente >>