Final Fantasy IX se merece un remake
Hoy hemos podido presenciar lo que para muchos es una gran noticia: la remasterización de Final Fantasy IX, uno de los mejores títulos de la saga, si no el mejor. Para mí, éste es mi segundo favorito (lo sería el VIII si no fuera por la existencia de Rinoa), por detrás del VI, y ambos tienen un punto en común que creo haber comentado ya en más de una ocasión: los dos están pidiendo a gritos un remake. Y lo digo muy en serio, que mi gato se llama Yitán (tenía que colarlo en el artículo de alguna forma).
A mí personalmente me parece genial que se lleve a cabo un port o una remasterización de un juego así, dado que esto aumenta considerablemente el número de jugadores que pueden acceder a él. Una gran cantidad de usuarios de PlayStation 4 jamás tuvo la primera PlayStation, y tampoco se ha sentido atraída por la versión para Android. Un remaster nos permite tanto a veteranos como a novatos disfrutar de un juego que es una auténtica obra de arte, pero creo que no nos llegará al mismo nivel que llegó allá por el año 2000.
Este título fue el penúltimo de Squaresoft y el último en PlayStation. Apostando por una estética mucho más infantil, el juego nos engañó a todos. Pensábamos que sería un juego bonito, sin más, y nos encontramos con el más profundo de toda la saga, con una especie de canción tan hermosa que es completamente imposible de olvidar. Final Fantasy IX es un réquiem a los miedos más profundos, a cómo enfrentarlos. Y aunque nos deja un mensaje muy necesario, creo que mucho puede quedarse en el camino.
El problema de una remasterización es que llega a una época en la que parece que lo que más prima es la más alta resolución y unos gráficos cada vez más mejorados. Ese gusto tan “millennial” consigue echar para atrás a veces, sobre todo cuando nos encontramos con una remasterización. No se trata del aspecto infantil del juego, sino de que el entorno, a pesar de poseer una riqueza visual increíble, no consiga estar a la altura gráfica que algunos esperan.
Final Fantasy IX es perfecto en muchos sentidos, pero lo es en su plataforma. Llegar a PlayStation 4 implica tener que llegar a algo más, no a la mera suavidad de sus texturas y algunas breves y casi imperceptibles mejoras visuales. Creo que un remake es necesario y posible en este juego, que puede rehacerse, respetando en todo momento esa mágica alma que lo convirtió en lo que es.
A grandes rasgos, lo que pido es que se llegue a hacer algo completamente nuevo, que nos sorprenda, pero que conserve todo el esplendor de Final Fantasy IX. Es decir, que no cambie su estilo, que no se vuelva un juego de apariencia realista, porque eso sí que no lo necesita.
Y, por supuesto, lo mismo pienso de Final Fantasy VI. Una historia que bien merece un remake, esta vez sí, con gráficos realistas que sean capaces de recoger de nuevo la esencia que lo convirtió en lo mejorcito de la saga... y en mi favorito, claro.
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