Final Fantasy IX me parece todavía mejor heredero de FFVI tras jugar a Octopath Traveller
Un mérito que tiene Final Fantasy IX, y que siempre le reconoceré, es que fue el único que intentó, de verdad, ‘mejorar’ o hacer evolucionar la fórmula coral de Final Fantasy VI. Este videojuego, aparecido en Super Nes, es una soberana maravilla en lo que respecta a representar un problema mundial a través de unos personajes que funcionan como grupo y como individuos. Octopath Traveller intentó emular esta fórmula, pero no lo resolvió del todo bien. De hecho, Final Fantasy IX es incluso más bueno tras jugar a Octopath Traveller.
Lo que añadió Final Fantasy IX al recetario narrativo de la serie es la existencia de secuencias y de piezas narradas que suceden al mismo tiempo que la acción principal. En cualquier momento, el juego puede detenerse y proponerte decidir ver qué ocurre en otra parte del mundo, lo que suele proporcionar otra perspectiva contada por otro individuo de lo que ya sabes.
Final Fantasy IX recurre a esto para profundizar en sus personajes secundarios, pero también en personajes anónimos que son víctimas de una guerra, lo que hace que toda la creación de su mundo adquiera coherencia, viveza y profundidad. Final Fantasy VI hizo algo parecido a esto provocando que la party se separara al caer por una catarata. Octopath Traveller te pide que juntes a un grupo de personas destinadas a encontrarse, pero lo interesante de lo propuesto en la aventura de Yitán es que todo fluye hacia adelante.
Por supuesto, este sistema no era perfecto. El problema residía en que frenaba de forma muy brusca la acción. Cada vez que teníamos que ver lo que sucedía ajeno a nuestros ojos, había que parar el juego y hacerlo. Quizás es por eso por lo que dejó de emplearse este recurso en lugar de volver a él, y es una pena, sobre todo habiendo contado con consolas que recurren a dobles pantallas.
En The World Ends With You se atrevieron a proponer un combate doble. El de Neku se sucede en la pantalla inferior de la 3DS y los de sus compis en la superior, ¿y si la narración paralela a la nuestra se activara automáticamente y sin pedir permiso en la pantalla superior? Ni tan mal, ¿verdad?
A lo tonto, es gracias a esta feature por lo que, aunque Final Fantasy IX recurra a un estilo cartoon para expresarse, su fábula sobre la existencia, la muerte y la vida tiene tanta fuerza, porque somos conscientes de que hay mucha gente que vive sufriendo los devenires de ser humano, un muñeco, un clon o un sueño lúcido.
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