Final Fantasy III en Steam
Los remakes de Final Fantasy siguen proliferando. El último fue el III, que ha decidido mudarse recientemente a Steam. Los remozados gráficos y narrativos que han vivido el tercero al cuarto han sido muy satisfactorios, en especial el de Final Fantasy IV, aportándole a la historia de Cecil y su batalla entre su luz interior y las sombras de su corazón, un juego de cámaras y una definición que su historia necesitaba. Salirse del terreno de las consolas, también con el VIII y el VII, favorece el viaje de la franquicia hacia nuevos terrenos, que sin duda le ayudarán a la renovación de la marca que tanto necesita. La pregunta ahora es obvia ¿por qué no lanzarse también a realizar un remake de Final Fantasy VI y del VII?
De la sexta entrega resulta difícil hacer uno, es un juego perfecto en su realidad pixelada. Su humor, su manera de combinar la perspectiva de los combates para desarrollar conversaciones más dinámicas e intimistas, su estilo para plantear el viaje y hasta el conjunto de la trama serían muy díficiles en una nueva versión. Es un videojuego que enseña mucho, incluso para la época en la que salió, valiéndose del lenguaje de 16 bits para detallarlo todo muy bien. LLevar esa guerra, esa maduración de cada personaje y la peregrinación particular de cada uno no solo obligaría a una mejora de los gráficos y un nuevo motor, sino al cambio del mismo concepto del juego.
Final Fantasy VI se aprovecha mucho de la indefinición propia de un píxel, es por él que divide los viajes entre sus protagonistas, cambiando la exploración por la entrega de experiencias que cambian continuamente, sin dar un respiro al jugador. LLevar eso a las calidades que ahora pedimos resultaría difícil, los videojuegos de hoy en día se comunican de otra manera, tanto que, en mi opinión, un remake de Final Fantasy VI sería totalmente innecesario, es perfecto en la plataforma que lo acoge y ahí debe jugarse.
Muy distinto es el caso de Final Fantasy VII. Dicho videojuego agradecería muchísimo una narrativa cercana a la del X, que permitiera explicar mejor toda la trama tras Cloud, Aerith y Sephirot, que atara cabos y que definiera mejor su mundo, desde Midgar hasta Gold Saucer; y eso es un proyecto titánico.
Porque Final Fantasy VII, más que un remake, necesitaría una reimaginación absoluta que le diera conjunto a su mundo e incluso permitiera una segunda vuelta jugando con Sephirot. Disfrutar ahora de Final Fantasy VII es duro; se ve raro, los modelados de los personajes cambian si vemos una CGI, un combate o un capítulo de exploración. A día de hoy parece más un borrador repleto de fantásticas ideas que un juego terminado, eso sin dejar de ser un videojuego formidable, ojo.
De Final Fantasy VI no se ha hablado mucho de remakes, sí de Final Fantasy VII, entiendo que porque todos los jugadores entienden esta realidad. Final Fantasy VI es ya perfecto, pero el séptimo no lo es, nació con corazón de Super Nes pero con alma de 32 bits, ojalá algún día se produzca el milagro y se materialice el remake, mientras tanto, sigamos disfrutando de ver cómo Square-Enix sigue paseando sus triunfos por todas las plataformas, y comprobando el interés del respetable, se anime a producir lo que le pedimos. Algún día
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