Final Fantasy Explorers me necesita
Creo que una de las mayores viciadas que me he pegado fue con Final Fantasy Tactics A2: Grimoire of the Rift, que me dejó la Nintendo DS echando humo. Gracias a ese vicio me empecé a obsesionar con el género, y una de las principales razones por las que me compré (más bien obligué a mi hermano a regalármela) la 3DS tiene nombre de juego: Fire Emblem Awakening. Después descubrí Bravely Default (que no tiene el mismo estilo de combate, pero no pasa nada) y las razones se multiplicaron. Sin embargo, a día de hoy todavía no tengo ninguno de los dos juegos. Apuntadlo, que Navidad está ya a la vuelta de la esquina.
En estos momentos, en cambio, mi 3DS anda algo... abandonada. Será mi falta de tiempo, será que no consigo encontrar juegos que considere a buen precio (Nintendo y su manía con no rebajar ni el aire), será... yo qué sé. Pero en enero llega un juego que estoy más que segura que voy a comprar, y hasta estoy pensándomelo con su atractiva edición coleccionista. Y es que Final Fantasy Explorers tiene muy buena pinta.
El 29 de enero llegará a Europa este título de Square Enix con todos los contenidos descargables que hayan salido en Japón hasta la fecha, incluyendo atuendos, armas y cualquier otro tipo de extra. Nintendo nos trae, además, una edición coleccionista muy llamativa gracias a una funda para New 3DS y un libro de arte, además de la banda sonora, y la colección de artwork de Yoshitaka Amano. En esta nueva aventura tendremos un modo historia y un modo multijugador, además de la posibilidad de elegir entre más de 20 oficios.
Sí, el estilo de combate no tiene nada que ver con Tactics y recuerda mucho más a los juegos MMORPG, con luchas más activas y en tiempo real, sin turnos, pero eso no quita que esté igual de entusiasmada con este título como lo estuve con el de 2008. La estética chibi tiene un gran encanto en Explorers que no le resta seriedad a la hora de combatir y moverse por el mundo. El punto fuerte, por el momento y desde mi humilde opinión, son las invocaciones. Ifrit me ha dejado anonadada y Shiva vuelve a sus inicios, dejando atrás su horrible pasado motorista.
Con hasta 200 horas de juego, a mí Final Fantasy Explorers me ha cautivado. Estoy deseando que llegue a Europa (no sabemos todavía si llegará en español, así que id preparando vuestro mejor inglés) para comprarlo. Porque, sí, creo que por este título no me importará pagar una fortuna. Total, Nintendo no lo va a rebajar ni en un millón de años, así que tarde o temprano habrá que gastarse el dinero. Y, viendo como ando de hype, mejor temprano que tarde.
Pero, Kysu, ¿a qué debemos este hype? Bueno, principalmente porque me encantan los juegos como Monster Hunter y con este título parece que Square Enix tiene ya su propio Monster Hunter. También tenemos la historia de Explorers que, aunque no sea muy original, también nos llama y recuerda a los buenos Final Fantasy. Nuestro escenario es Amostela, una isla repleta de cristales que los aventureros se marcan como objetivo de conseguir. Dichos cristales están ahí por algo, claro, ya que su misión, y la de las Invocaciones que los guardan, es preservar el orden y el equilibrio natural. De modo que la humanidad – algo corta de mente, como de costumbre – está llevando al mundo a su fin recolectando dichos cristales. Ahí es donde entramos nosotros, con el héroe que podremos crear en un editor antes de que empiece la mandanga, que debemos encargarnos de que el planeta no se vaya a la mierda.
Como veis, hay un mensaje medioambiental detrás de todo esto, lo que hace que me guste más todavía. Desde luego, el juego tiene lo suyo, y parece que el modo multijugador va a pegar fuerte. Tampoco quiero adelantarme a los acontecimientos, mejor ya os cuento cuando lo tenga en mis manos. No vaya a ser que al final sea un truño y me cague en Nintendo, en Square y en todo lo que se menea.
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