1. Mundogamers
  2. Noticias

FIFA 18 para Switch: pros y contras de la mejor versión portátil

Análisis breve
Por Julián Plaza

Entrados ya en el último trimestre del año, vemos cómo el catálogo de Nintendo Switch lanza su ofensiva final para posicionarse definitivamente en el mercado. Junto a él, acompañados de una lista de exclusivos en constante crecimiento, llegan los primeros grandes lanzamientos de terceros desarrolladores con obras como NBA 2K18 y, yendo a lo que nos ocupa hoy, FIFA 18. Antes de que llegara a la máquina de Nintendo, ya os comenté las diferencias básicas que iba a tener, pero hoy ya os puedo hablar de sensaciones.


Sin ninguna duda, la de Switch es la mejor versión portátil de un FIFA jamás hecha. Es un honor que hasta el momento ostentaba PS Vita, una consola que se estrenó bien en 2012 pero cuyas iteraciones evolucionaron hacia poco más que una actualización de plantillas en las entregas posteriores, hasta su adiós con FIFA 15. El juego que hoy os comento toma el relevo, siendo el que más se asimila a lo que podemos encontrar en una sobremesa en la que también lo hallamos si utilizamos el dock. Os cuento por qué.



La ausencia de Frostbite es algo palpable, con una serie de recortes que van desde el adiós al modo El Camino hasta un juego que se juega distinto, aunque no me atrevería a decir peor. Hay novedades de este año como los cambios rápidos, las secuencias de negociación en el modo Carrera o las reacciones inmediatas del motor estrella de EA (FIFA 18 para PS4, Xbox One y PC dice adiós a los frames reproducidos durante el tiempo que transcurre hasta que nuestra acción a los mandos se reproduce en pantalla, haciendo que todo input tenga consecuencias inmediatas) que no han llegado a Switch. Gráficamente, como imaginaréis, también está un punto por debajo, algo que se evidencia especialmente en el público que puebla las gradas.


Hasta lo dicho, podría parecer que hay motivos para mantenerse fiel a la sobremesa tradicional, pero no olvidemos algunos matices que pueden ser importantes. FIFA 18 para Switch funciona a 60 imágenes por segundo estables como una roca, la navegación por los menús es fluida, los tiempos de carga son mínimos, cuenta con caramelitos como Ultimate Team y las temporadas online -ambos idénticos al resto de versiones- y se juega de maravilla en el modo portátil; de hecho, el choque que supone estar tumbado en la cama mientras juegas a lo mismo que estarías jugando en PS4, PC o Xbox One hace que sea difícil que quieras volver al salón y anclarte al sofá, porque esto te lo llevas donde quieras.

 

FIFA


El salto a Switch tiene dos problemas principales y un pequeño matiz. El primero es que no puedes jugar en línea contra o con tus amigos porque no existe un sistema de invitaciones -recordemos que Nintendo ha apostado por una aplicación móvil para solventar esto, pero por ahora parece algo reservado a sus exclusivos- y el segundo es que el cooperativo con los Joy-Con te deja con menos botones (LT/RT y L2 y R2 en Xbox One y PS4 respectivamente) y sin el stick derecho, lo que a su vez limita tus movimientos diciendo adiós a cosas como las filigranas. Y ahí va el matiz: en el online no puedes ajustar la calidad de la señal del matchmaking, lo que hace que el competitivo no tenga las garantías que querrías en una conexión que solo es inalámbrica.


¿Con qué me quedo? Con un FIFA 18 para Switch que es una primera piedra sólida en una relación con EA que se antoja larga. Hay aspectos que mejorar pero, dejando a un lado los que están relacionados con las limitaciones propias de la consola, es para estar contentos. Sales a la terraza, a la calle, te estiras en la cama o te sientas en el retrete y sientes que te llevas a FIFA contigo, aunque Hunter y otros adornos se queden por el camino.


<< Anterior Siguiente >>