Feliz cumpleaños, Xbox 360

Hace diez añitos que se dieron los primeros pasos por el camino que las videoconsolas de hoy están recorriendo. La responsable de dicho acontecimiento es, ni más ni menos, que Xbox 360, la segunda videoconsola de Microsoft y un intento desesperado por conseguir triunfar en el mercado de los videojuegos con un producto impresionante para 2005: tenía capacidades de alta definición, se podía conectar a Internet y gran parte de su atractivo residía en su contenido digital mediante Xbox Live. 

Ni Sony ni Nintendo estaban prepardas para lo que Xbox 360 iba a conseguir en el mercado, menos aún para las ventas que tuvo, dentro y fuera de los países angloparlantes, donde ya triunfó en cierta medida la Xbox original. Su mando era una maravilla, sus gráficos eran un salto impresionante con respecto a PS2 y, aunque sus primeros juegos no eran para volverse loco, exclusivas como Gears of War construyeron un nombre en torno a la consola. 

Aunque PS3 terminara recuperándose y ganando mucho terreno a Xbox 360, huelga decir que la generación de esta consola perteneció a Wii a nivel de ventas y de visibilidad, pero eso se debe a que Nintendo iba por otro camino donde las otras no se propusieron del todo seguir (a pesar de Kinect y de Move, sí). La lucha, pues, fue entre Microsoft y Sony, y para sorpresa de todos, la primera era la más fuerte. Los japoneses se habían venido muy arriba con una consola cara y para la que era muy difícil programar al principio. 

Fue el orgullo de PS3 y la sencillez de Xbox 360 la que hizo que esta lo petara en territorios donde tradicionalmente no se jugaba a Xbox. Caray, si hasta en España había un montón de gente que se decidió por ella porque había más exclusivos, porque era más barata y porque su online, aunque fuera de pago, iba como un tiro. Oh, sí, el online: Xbox 360 fue la consola que nos enseñó que pegar tiros en Call of Duty era algo fenomenal y divertidísimo. 

Esto último, pegar tiros, fue quizá el mayor mérito de la consola, en parte porque su mando permitía jugar mucho mejor que el Dualshock 3 y porque el éxito conjunto de Modern Warfare y Xbox 360 en EEUU promovió una época de FPS e imitadores del COD que nos ha llevado, no ya a que haya muchos FPS, sino a que el juego online y competitivo sea un aspecto fundamental de cómo comprendemos las videoconsolas. Raro es el juego que no tiene online ahora, y eso se debe en parte a que Xbox Live Gold funcionaba de miedo y gustaba mucho en EEUU. 

Obviamente, PS3 tiene otros muchos méritos en la pasada generación, pero hasta a Xbox 360 se le pueden reconocer dichas cuestiones: de no ser por el cambio de mentalidad que se llevó a cabo en Sony tras ver que no despegaban con una consola cara y sin servicios atractivos, se acabaron desarrollando cosas como PlayStation Plus o el gran soporte para indies que hemos visto en PS4. Es curioso cómo en una generación se cambiaron las tornas y en la siguiente, la de ahora, ha vuelto a haber un cambio de poder. 

Eso es algo muy positivo y que deberíamos tener siempre en mente antes de ser fanboys de nada. Así que feliz cumpleaños a Xbox 360, que lo hizo casi todo bien, que consiguió que existiera un triunvirato incómodo en la guerra entre videoconsolas y que nos dio tantas cosas buenas, ya sea directamente con juegazos como Gears of War o Mass Effect, o indirectamente, sacando a Sony de la inopia.