Far Cry 4, sus porcentajes y Uplay

La semana pasada he empezado Fr Cry 4. Le tenía muchas ganas y no me está decepcionando; es lo esperado: un Far Cry 3 a lo loco y fantástico, con pelotas y un malo que le pasa la mano por la cara a Vaas Montenegro desde que hace acto de presencia. Pero a diferencia de aquel, Far Cry 4 cuenta con pequeños detalles que sí, que dan igual, pero que a mí, personalmente, logran sacarme un poquito de la experiencia.

 

Far Cry 4 te informa de manera continua del porcentaje que llevas de partida, de tus avances, cada vez que empiezas el juego. También, en los menús, tienes los puñeteros avisos constantes de que ciertas cosas, armas o recompensas solo los podrás adquirir entrando en Uplay con Upoints. Este tipo de datos sacan de la experiencia. El primero te confirma que no estás en una experiencia, sino en un videojuego, en una con principio y final y camino medible mediante porcentajes y casillas que rellenar con nuestros éxitos. El segundo te lo repite: esto es un videojuego y está hecho por Ubisoft.

 

 

No Ubisoft por ser Ubisoft, sino que el título está hecho por una compañía; pero eso, que es un producto que cuenta con ganchos de venta para que entres de una vez en su servicio online. Puede parecer una tontería, pero en mi opinión no lo es. Recuerdo los Donkey Kong de Super Nintendo, y ahí sí que veía bien la inclusión del porcentaje de nuestros progresos porque, precisamente, llegar al 101% (y más) era la clave del título; rebuscando y otra vez para alcanzar esa cifra. Sin embargo, Far Cry 4 no tiene esa obsesión, es más, tendría que tener otra: que todos esos descubrimientos fueran más orgánicos, que se produjeran si se tienen que producir, y si no, pues nada. Luego sí, una vez rematado el juego o durante la pulsación del menú y la búsqueda del dato, pues que aparezca en un interfaz parecido a una brújula o introducidos en un mapa.

 

En cuanto a lo de Uplay resulta un incordio que el juego te quiera sacar de manera absoluta de él, que el menú, algo así como la mochila y la mente del prota, te digan que has de someterte al servicio.

 

Ambos detalles, por supuesto, no son capaces de restarle ni una décima al merecido nueve que le ha puesto nuestro querido Diego, pero son detallitos que habrían de incluirse con más elegancia y mimo, con más intencionalidad, más en un videojuego de estas características. Desde que meto el juego en la consola quiero pensar que estoy en Kyrat; ni en un videojuego ni en un servicio online. En Kyrat.

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