Fallout 4 y cómo conecta el Vaultboy y el hogar
El Vaultboy ha pasado de ser una pieza más de Fallout a ser la representación feliz de la vida en el yermo. En Fallout 3 o New Vegas no era más que un recurso cómico para centrar en él la comunicación que el juego hacia sobre el jugador. El Vaultboy aparecía encarnando al superviviente cuando viajábamos al menú o para reflejar las perks, pero ahora es algo más.
En esta ocasión se muestra lo contentos que estaban los habitantes de La Tierra en los años 50 y lo bien que iba todo antes que el mundo hiciera catacroc. Sucede la explosión y pasamos a ser unos vagabundos postapocalípticos. Es entonces donde cobra gracia lo de llamar S.P.E.C.I.A.L. al sistema de evolución y mejora de habilidades y la presentación del Vaultboy. Evidentemente, tras la caída de la bomba y la aparición de mutarachas, mutantes, gigantes y monstruos sanguinarios varios, siempre seremos un merodeador desastrado que puede morir en cualquier segundo, sin embargo, Fallout 4 propone la idea de que podemos ser especial y que hay una solución al apocalipsis, aunque no la haya.
Esa falsa promesa de felicidad llega encarnada por la sonrisa del adorable Vaultboy. Ahora se nos presenta la obtención de perks con un plano grande que señala el camino que nos transformará en el Vaultboy que queremos ser; sí, esta es la base de la publicidad: presentar un producto malo (aquí, el apocalipsis) pero siendo consumido por un héroe molón en el que el posible comprador quiere convertirse, o lo que se conoce como el efecto George Clooney.
Lo chulo de Fallout 4 con respecto a Fallout 3 es la posibilidad de construir ahora una casa y protegerla, además de tener un amigo fiel siempre a nuestro lado; es decir, que ahora se le dan cosas al superviviente que quiere mejorar y no perder, con lo que esa transformación en la figura que encarna el Vaultboy tiene más sentido que nunca, porque podremos ser algo más que gente que vaga, sino gente con propiedades y cosas, y tener es la base fundamental de los sueños de los años 50, aquellos capitalistas y deliciosamente consumistas que representa el Vaultboy, así como lo decadente que es tenerlos, que llega representado por la destrucción nuclear de esos mismos años.
Lo que quiero decir con todo esto es que le tengo muchas ganas a Fallout 4 porque al añadir la construcción de refugios y una mayor presencia de Albóndiga, acentuando al Vaultboy, se le da a todo una mayor cohesión y coherencia; que habrá que ver luego cómo está todo rematado, que nunca se sabe puesto que los bugs acechan y queda mucho por saber cómo están construidas las conversaciones. 10 de noviembre, no queda nada.
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