Fallece Normand Corbeil, el compositor de Beyond: Two Souls
El mundo del videojuego es una industria relativamente joven, y por ello es extraño el contemplar cómo fallece alguien relacionado con nuestro ocio electrónico por cuestiones de edad. No obstante, este entorno está repleto de veteranos -y no tan veteranos- que, por vicisitudes de la vida, pueden darnos algún susto y despedirse prematuramente. Como ha sido el caso del notable compositor Normand Corbeil, un autor labrado en el celuloide pero que supo darnos unas cuantas alegrías a través de nuestros ordenadores y consolas.
Corbeil, nacido en Quebec en el año 1956, lleva trabajando en el cine desde que en 1987 compusiera la banda sonora de Le diable à quatre, un film canadiense que pasara sin pena ni gloria por las carteleras del país. No obstante, su templado pulso a la hora de dirigir el tempo melódico de la película supo cautivar a quienes le dieron una oportunidad a la película, que supieron ver en él un talento que, como no podría ser de otra forma, terminaría haciéndose un hueco en el cerrado mundo de la composición musical para cine. Así, Jean-François Mercier lo contrató para realizar las músicas de Disparaître, otra obra que también se chocara en taquilla pero que, sin embargo, le propició la oportunidad de demostrar más aún su valía.
Es en 1991 cuando Corbeil tiene un año ciertamente intenso, trabajando en un puñado de películas canadienses que nuevamente le sirvieron de catapulta para futuros y mejores proyectos. Así, realiza composiciones reseñables en films de cada vez más importancia, como Asesinos Cibernéticos, Corazón de Campeón, Doble Traición o El Arte de la Guerra, partituras que lo terminan situando entre los compositores más destacados de la industria estadounidense. No obstante, y ante una competencia feroz que no siempre le permitía la garantía de una estabilidad económica, termina refugiándose en encargos menos ambiciosos, con especial énfasis en la televisión.
Es por esta época donde conoce a David Cage, que tras su bizarro Nomad Soul, está trabajando de lleno en un juego cien por cien cinematográfico que a buen seguro rompería moldes: Farenheit. Para el tema principal, Cage contaba con Angelo Badalamenti, famoso por su trabajo en Twin Peaks, Carretera Perdida o Mulholland Drive. Pero Normand Corbeil, alejado de las intimidantes y poco convencionales piezas de Badalamenti, aportaría solidez y serenidad al resto del apartado musical de Farenheit, firmando así en conjunto una banda sonora de lo más magistral.
Seguiría con el cine a través de películas como The Contract, White Noise 2 o Campamento Castigo, mientras que para televisión trabajaría en el fallido reboot televisivo de la serie V. Pero Cage, después del sobresaliente resultado de Farenheit, contaría de nuevo con su ya amigo Corbeil para lo que sería uno de los bombazos más particulares de la presente generación: Heavy Rain. Aquí Corbeil daría el do de pecho, experimentando con matices ajenos al mundo del cine, permitiéndose el lujo de sacar su yo más personal, sus toques más intimistas para transportar al videojugador al meollo emocional y hacernos vibrar con más de un latigazo musical. Una obra maestra como pocas veces se ha podido oír en un juego videográfico.
Finalmente, y después de algunos trabajos esporádicos no demasiado reseñables, es diagnosticado con cáncer de páncreas en 2012, enfermedad que le merma sobremanera... pero no al punto de impedir que se implicara de medio a medio en las composiciones de Kara, el popular vídeo de la androide con el que Quantic Dream sorprendiera a medio mundo. Antes de fallecer el pasado día 25 de enero, a Normand Corbeil le dio tiempo de pulir en gran medida la banda sonora de Beyond: Two Souls. Gracias a ello, todavía estamos pendientes de escuchar la despedida de un genio de la música, que tuvo a bien de congratular nuestros jugones oídos con su trabajo para Quantic Dream. Expectantes estamos para deleitarnos con sus últimas piezas en Beyond... Descanse en paz, maestro.
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