1. Mundogamers
  2. Noticias

¿Existe una misma base para todo videojuego?

La definición que se nos escapa
Por Alejandro Pascual

Mientras que cualquier otro medio de entretenimiento es relativamente fácil de definir, con los videojuegos nos está costando lo suyo. Quizá sea porque hay tantos jugadores como juegos hay en el mercado, pero un rápido vistazo a tu estantería física o digital revela una gran verdad. Dejemos por un momento de catalogarlos según su género y vayamos a lo básico, algo más incluso que el eterno debate entre narrativa contra jugabilidad. ¿Cuántos de esos juegos están estructurados en una base de reflejos, de reacción rápida ante lo que ocurre en la pantalla?

 

Párate un momento a mirar y descubrirás que un altísimo porcentaje de ellos cumplen esta norma. ¿Es eso entonces lo que buscamos como jugadores? ¿Un reto a nuestras capacidades nerviosas frente a un oponente ya sea humano o dominado por la inteligencia artificial? Si tantos y tantos juegos basan su premisa en esto, independientemente de si se sigue el título por sus mecánicas o por su narrativa, ¿podemos atrevernos a decir que esta es la base de la tan buscada y rebuscada diversión?

 

Probablemente no, y ahí está el misterio. Hay honrosos ejemplos, por supuesto, y cualquiera que haya echado unas partidas a un juego de estrategia por turnos o un juego de rol de la misma condición o una aventura gráfica, notará que estos estilos no requieren de tantos reflejos como de una buena reflexión antes de ejecutar tu propio movimiento. Ahí tenemos casos como XCOM: Enemy Unknown que ha atrapado a miles de jugadores y donde se nos ofrece todo el tiempo del mundo para responder al ataque del enemigo. El rol japonés se ha caracterizado por sus combates por turnos, pero hay una gran diferencia, por ejemplo, entre un Final Fantasy VII donde tenemos un tiempo máximo de reacción o un Final Fantasy X donde la cosa no se mueve hasta que nosotros actuemos. ¿Acaso estos juegos no consiguen la tensión necesaria para pensar que nos estamos divirtiendo?

 

brain on videogames main

Reflejos, reacción, conflictos, recompensas, acciones repetidas... ¿eso es todo lo que los videojuegos son? 

 

Gone Home es uno de esos ejemplos recientes que ni siquiera cumple con ninguno de los géneros anteriormente citados. Al igual que Dear Esther tiene ese sanbenito de "simulador de paseítos" que se le coloca últimamente a cualquier cosa que no nos enseñe un arma en primer plano. Porque las armas, más que para disparar, están ahí para cumplir con esa regla básica de reflejos y acción-reacción, es un medio para mantener al jugador en constante interacción con el escenario. Sin embargo, el gran éxito de Fullbright Studio ha sido hacernos partícipes de lo que estaba sucediendo no tanto con nuestras manos sino con la vista y el oído. Recibir más que emitir. Absorber información más que dispararla.

 

Se dice que los videojuegos no son arte porque, aunque incluyan muchas de las artes ya constatadas estas son, en el fondo, prestadas de otros campos. La literatura está basada en la escritura. La música en la mezcla de sonidos. ¿En qué está basado un videojuego para funcionar? Puede que nuestras estanterías, lo queramos o no, estén repletas de juegos basados en reflejos, pero nadie se atrevería orgulloso a proclamar que juega a ellos para poner a prueba los suyos. Podemos decir que jugamos por el reto, o por la historia, sí, pero esta acción-reacción nos viene en el fondo al pairo.

 

Saber a qué jugamos, por qué y en qué se basan los títulos que tenemos en nuestra estantería no sólo nos ayudará a ser más más selectivos con nuestro entretenimiento, también ayudará a la industria a darse cuenta de que, por mucho que quiera llegar a las masas, a cada uno nos mueve algo totalmente diferente, como han aprendido el resto de las artes. Por eso es tan importante la visión propia de cada creador (aunque sea enfermiza) más que nuestras ganas por que nos ofrezcan algo personalizado a nuestros gustos. Quizá cuando lleguemos a ese punto y no podamos clasificar al 90% de nuestra estantería de forma tan burda como la que he expuesto al principio, entonces podamos decir que los videojuegos son… algo más.


<< Anterior Siguiente >>